Con apenas cinco años comenzó a interesarse por el mundo del aeromodelismo. Ese gusanillo se lo transmitió su padre, José Luis Paradela, presidente del club Los Diablos de Begonte, que fue el que le construyó su primer avión. Ahora con 23, y después de mucho esfuerzo, Christian Paradela se convertirá en el primer gallego en alzar el vuelo en un Mundial de F3A. Una competición que arrancará este sábado en Suiza, y se prolongará durante 20 días. ¿Cómo comenzó en el mundo del aeromodelismo?
Mi padre construía aviones y competía. A mí siempre me interesó, pero mi padre intentaba que me apartase y eso me generaba más interés. Hasta que con cinco años le pedí pilotar, y fue entonces cuando decidió construirme mi primer avión, y hasta hoy.
¿Ha sido un camino fácil?
Bueno, he tenido que trabajar duro y sacrificarme. Además, este es un deporte poco conocido. La gente lo ve un poco raro, piensan que los aviones son juguetes y no se dan cuenta del alto nivel que requiere hasta que no les dicen que cada uno cuenta sobre 8.000 euros.
"La gente piensa que los aviones son juguetes y no entienden lo que supone el aeromodelismo"
Y en concreto en F3A, ¿qué es lo que hacen?
Seguimos una tablas predefinidas, realizamos acrobacias en el aire, figuras parecidas a las de los aviones de verdad. Para que la gente lo entienda, cuanto más fácil parece que son los movimientos, mejor lo estamos haciendo.
¿Y cómo se siente a escasos días de ir al Mundial?
Me siento muy bien. Haber conseguido la plaza es un logro muy importante. A nivel personal creo que todo el esfuerzo, el sacrificio y el trabajo que he depositado en este deporte se ha visto recompensado. Participar en el Mundial es para mí un premio al trabajo.
¿Y que cree que supone para el club Los Diablos de Begonte?
Creo que ser el primer representante gallego de la historia en participar en un Mundial de F3A le da al club y a los deportistas que están en él un plus de reputación.
Fue también el primer representante gallego en un Europeo. ¿Eso implica más responsabilidad?
En el Europeo finalicé la competición en el puesto 37, siendo el mejor resultado de toda la historia conseguido por un español. A mí esas cosas no me hacen sentir más responsabilidad, supongo que con el tiempo seré consciente de lo que he conseguido, pero por ahora no. Además, cuento con el apoyo de todos los componentes de Los Diablos que me dan ánimos, me dicen lo bueno que soy y eso siempre ayuda a quitar la presión.
"Quedar entre los 40 primeros sería un logro. Por encima siempre van a estar los japoneses y americanos"
¿Cómo han sido las últimas semanas? ¿Mucho estrés?
He tenido que compatibilizar los estudios con el entrenamiento. Así que el último mes me levantaba sobre las siete de la mañana y estaba hasta las once entrenando, realizando unos diez vuelos cada día.
¿Con qué expectativas viaja a Suiza?
El equipo español lo conformamos Juan Rombao, Luis Eduardo Ortega y yo. El mejor posicionado es Juan, que podrá pelear por estar entre los 10 o 20 primeros. Nosotros si concluimos entre los 40 o 50 primeros ya estaremos satisfechos. Hay que pensar que por encima siempre van a estar los japonenes y americanos, que son grandes potencias en esta disciplina.
¿Ya se sabe cuántos pilotos van a participar?
Todavía no está cerrado, pero se esperan en torno a 100 o 110. Habrá representados un total de 33 países. A ver si tenemos suerte.
