Las reacciones de los vecinos

Consternación en Caldas de Reis y Campo Lameiro al conocer el suceso

David Oubel era conocido en el centro de Caldas, en donde tenía una inmobiliaria
La fachada de la inmobiliaria que regenta Oubel en Caldas
photo_camera La fachada de la inmobiliaria que regenta Oubel en Caldas

A medida que se fueron conociendo detalles sobre el trágico suceso que acabó con la vida de dos niñas este viernes en Moraña, todas las miradas se fueron concentrando en el número 19 de la calle Juan Fuentes de Caldas de Reis. El presunto parricida, David Oubel, es copropietario de la empresa Gaubica Gestión Inmobiliaria, que regenta desde hace unos años en la citada calle.

Fotógrafos, reporteros y equipos de televisión se fueron dejando caer a medida que avanzaba la tarde por un barrio que abría sus comercios con aparente normalidad, pero que se estremecía por dentro. La calle Juan Fuentes está en plena zona comercial de la villa termal y los establecimientos vecinos conocían a David y a su hermana y habían tenido buen trato con ellos. "Non sei nada", señaló en el bar de al lado una asombrada propietaria. "Eu coñézoos de que deixan aquí as chaves e todo, pero non sei que puido pasar". En el resto de los establecimientos el puerta a puerta tiene idéntico resultado: nadie habla de un cliente, vecino, conocido, que no se había metido con los demás. Hasta el alcalde, Juan Manuel Rey, explicó que "o teño saudado e visto no Concello, pero nada máis. Polo que se sabe non houbo ningún capítulo extraño con el", explicó.

El alcalde hizo patente la condena del Gobierno local al suceso y lamentó profundamente los hechos. El establecimiento de Gaubica tiene una placa de Caldas CCA en su entrada. El gerente de la entidad, Rafael García, explicó que "o contacto que mativemos foi sempre con ambos socios, pero en especial coa irmá. Sempre que podían participaban, aínda que ao ser inmobiliaria en moitas cousas, como as feiras, non tomaban parte, pero no resto si. El era participativo, cordial e ata achegaba ideas. Non se podía pensar que fora capaz de facer nada disto, ou que fora pasar algo así".

En la zona próxima a Gaubica conocían a David en la panadería Soportales, "aínda que non moito. Nin sequera sabía da súa separación", indicó Manolo, el panadero. El vendedor de cupones José compartía con él los detalles que habían salido, apenas minutos antes, en la televisión y reconocía que era fácil ver y saludar a David por la zona y que nunca había dado motivos para la sospecha. Lo mismo afirmaban en la peluquería de la zona que frecuentaba el morañés, en donde la clientela estaba consternada.

Como consecuencia de la presión mediática, muchos de los entrevistados a media tarde ya decían que las niñas habían estado con el padre por la zona el día anterior. Incluso afirmaron verlas pasar por el parque al lado de Santo Tomás. En la iglesia un joven afirmaba que la niñas habían ido a catequesis allí, algo que el párroco desmintió de inmediato. El suceso hizo estremecerse a la villa termal, que poco a poco ponía cara al presunto parricida. Dos exclientas de Oubel también le recuerdan: una de ellas, Paula, contó con él para buscar su casa cuando llegó de Brasil. Otra, Beatriz, se puso en sus manos hace año y medio. Todas coinciden "para nada me podía imaginar que pudiese hacer algo así, era un chico normal. Parece imposible".

En Campo Lameiro el conocido no es David, sino Rocío V., madre de las niñas. "É de San Lourenzo e estudou no colexio público. Todo o mundo a recorda. Debe ter uns corenta anos", comenta un vecino. La mujer es licenciada en Tradución e Interpretación y ejerce su actividad en Moraña. Sus padres, Moisés y Solita, todavía residen en el municipio. "A xente desta parroquia fai moita vida na zona de Moraña, e a parroquia dista uns dous quilómetros da casa do crime", lamentó el alcalde, Julio Sayáns, que calificó los hechos como "algo horrible. Cousas que non deberían suceder nunca", y condenó enérgicamente los hechos en nombre de los vecinos.

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