Suárez, sobre botadura del flotel: "No es un día de fiesta ni de celebración"

Navantia bota en Ferrol uno de los floteles encargados por Pemex

El 'Orgullo Petrolero' se inició el 22 de mayo del 2014 con el corte de chapa y en la actualidad su construcción está al 65 %. El alcalde de la ciudad asegura que "no es un día de fiesta" porque "no se necesitan actos suntuosos sino un plan para la industria"
Un momento del acto de la botadura del buque 'Orgullo Petrolero', en Ferrol
photo_camera Un momento del acto de la botadura del buque 'Orgullo Petrolero', en Ferrol

El astillero de Navantia en Ferrol ha botado el Buque de Apoyo a Plataforma (BAP) Orgullo Petrolero, un encargo de la petrolera mexicana Pemex y que supone la primera botadura de esta planta en tres años, así como la vuelta a la construcción civil del astillero ferrolano tras 12 años después del fin del veto europeo.

Coincidiendo con la pleamar, sobre las 16:10 la madrina del BAP, Victoria Eugenia Aguiar Meugniot, mujer del jefe mexicano del programa de estos barcos, rompía la botella tal y como marca la tradición, acto con el que se dio salida al buque Orgullo Petrolero.

Este barco, junto con otro gemelo que construye en Vigo el astillero Barreras y que será botado próximamente, forma parte del compromiso anunciado en septiembre de 2012 entre los astilleros gallegos y PMI, el brazo internacional de la petrolera mexicana.

La concreción del acuerdo no se hizo hasta enero de 2014, cuando Pemex anunció el ganador de la licitación internacional para la construcción de estos buques, que fue la oferta presentada por PMI en la que participaban tanto Navantia como Barreras.

El contrato finalmente se firmó en febrero de ese año por unos 150 millones de euros cada buque y cuya entrega se estima para julio de 2016.

El Orgullo Petrolero se inició el 22 de mayo del 2014 con el corte de chapa y en la actualidad su construcción está al 65 %.

Los trabajos pendientes tras esta botadura tienen que ver con la instalación de tubería, cableado de sistemas y habilitación, así como la puesta en marcha de los sistemas de generación de energía, propulsión, comunicaciones y las pertinentes pruebas de mar.

El BAP, también denominado flotel, es un buque de alojamiento de personal que trabaja en las plataformas petrolíferas. Su diseño permite albergar a 699 personas y se caracteriza por su capacidad de posicionamiento dinámico DP3.

Tiene 131,2 metros de eslora, 27 metros de manga y un peso muerto de 7.000 toneladas. Cuenta con una pasarela telescópica de alta capacidad para permitir el acceso seguro de los trabajadores a las plataformas petrolíferas, así como con un helipuerto.

Según Navantia, la construcción de BAP supone un millón de horas de trabajo, además de 130.000 de ingeniería lo que se traduce en carga de trabajo hasta la fecha de entrega prevista para el 16 de julio del 2016.

Tras la botadura, el jefe del programa BAP de Navantia, Antonio Sánchez saludó el hecho de que el astillero vuelva a la construcción civil pero recordó que quedan 11 meses por delante para cumplir los compromisos.

Por su parte, el jefe del programa por parte de PMI y Pemex, Maximiliano Córdova, resaltó las características del buque y desmintió que se vayan a vender a terceros tanto este flotel como el que se está construyendo en Barreras, que se llamará Reforma Pemex.

En cuanto a futuras colaboraciones entre Navantia y la petrolera mexicana, Córdova afirmó que cuando se firmó este contrato "el panorama internacional era muy distinto".

"El crudo mexicano está al 30 % de lo que estaba cuando se firmó", dijo, por lo que no confirmó futuros contratos pero si mostró su intención de contraer nuevos acuerdos con Galicia.

Antes de la botadura, en un acto institucional, los presidentes de Navantia, José Manuel Revuelta y de PMI, filial de Pemex, José Manuel Carrera, destacaron el trabajo del astillero público.

El presidente de PMI calificó esta jornada como memorable en un lugar como Navantia que, ha dicho, considera ya su casa.

Para los mexicanos, es el primer flotel que botan en los astilleros ferrolanos y quiso agradecer el trabajo realizado a técnicos e ingenieros que "pusieron el alma, cuerpo y corazón. Valoramos mucho su esfuerzo a través de un trabajo duro, a veces, no en las mejores circunstancias", declaró Carrera.

Por su parte, el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, declaró que al fin se vuelve a poner en el mar un buque civil de apoyo a plataformas de altas prestaciones.

Asimismo agradeció a Pemex y a la Xunta de Galicia la colaboración y confianza prestada y también tuvo palabras para los trabajadores del astillero y de las empresas auxiliares.

"Os animo a que sigáis poniendo lo mejor de vosotros en este proyecto, que será escaparate de vuestro saber hacer", aseguró Revuelta, que recordó otros "ambiciosos proyectos" en marcha para la planta ferrolana, como el BAM para la Armada Española, el portaaviones anfibio para Turquía, los proyectos para Iberdrola o los Suezmax entre otros.

"Son un ejemplo del proceso de transformación de Navantia en los últimos dos años para que la empresa sea más sostenible", afirmó.

El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, agradeció la apuesta de México por Galicia que "creyó en la seriedad, competitividad e innovación" y expresó su deseo de que "esto sea el prólogo de la consolidación de una Navantia más fuerte para una Galicia más fuerte".

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