Rescatado vivo un hombre que se cosió a puñaladas frente al Hula

Un trabajador descubrió en un camino al herido, ya agonizando y bajo un gran charco de sangre. El hombre está grave y acompañaba a su mujer en el hospital
Un hombre señala el charco de sangre que dejó el apuñalado.
photo_camera Un hombre señala el charco de sangre que dejó el apuñalado.

Aparcar el coche para disponerse a iniciar la jornada laboral dejó de ser ayer, para uno de los muchos trabajadores que hay en el Hula, una acción rutinaria. Este hombre -que prefiere mantener su anonimato- acababa de cerrar su vehículo, a las siete y pico de la mañana, cuando echó un vistazo a un camino cercano al aparcamiento y se encontró a un hombre, de unos 60 años, envuelto en un charco de sangre y agonizando. El trabajador llamó a su jefe y le comentó lo que acababa de ver, tras lo cual este también se acercó al lugar y entre los dos llamaron rápidamente al 061, que llamó a las fuerzas del orden y envió una ambulancia para trasladar al apuñalado al servicio de Urgencias, donde ingresó a las ocho y cuarto de la mañana.

El lesionado acompañaba a su mujer, gravemente enferma, y fue encontrado en zapatillas y con una navaja bajo su cuerpo

''Llevaría unas tres horas allí tendido en el suelo, en uno de los márgenes de un camino sin salida próximo a un aparcamiento que hay, enfrente del Hula, en un terreno que usamos los trabajadores para dejar el coche. Allí estaba el hombre, tirado en el camino, desangrándose y agonizando, con el cuerpo cosido a cuchilladas'', explica uno de los trabajadores que vio al herido.

El hombre, natural de Samos y vecino de Vilar de Sarria, pasó la noche en el Hula como acompañante de su mujer, gravemente enferma. De hecho, los trabajadores que encontraron al herido se sorprendieron al ver que este llevaba unas zapatillas puestas, por lo que dedujeron que podría tratarse de alguien que estuviese cuidando de otra persona en el hospital.

Los hechos están siendo investigados por la Policía Nacional, que confirmó la presencia de una nota de despedida en la que, supuestamente, la víctima anunciaba que se iba a quitar la vida, quizá por la situación desesperada que está viviendo. Al parecer, las heridas fueron causadas con una navaja, de pequeño tamaño, que apareció debajo del cuerpo cuando fue levantado del lugar por los servicios de emergencia. ''Tenía heridas en el cuello, en la cara, en el antebrazo, en la parte de arriba de la muñeca y en el pectoral'', dijo uno de los hombres que lo encontró.

El lesionado fue intervenido de urgencia y, pese a su estado crítico, fue operado y estabilizado, aunque se llegó a temer por su vida, en un primer momento, dado que las puñaladas afectaban a distintas partes del cuerpo y había perdido mucha sangre.

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