Aduanas defiende que las planeadoras que llevaban la droga pertenecían al astillero de Vázquez Roma

El presunto jefe de la operación, frustrada por las fuerzas de seguridad en 2007, ya confesó este lunes su implicación en la trama

Agentes de Vigilancia Aduanera han recordado este miércoles  en el juicio contra el narcotraficante Ramiro Vázquez Roma y otros 19 imputados por narcotráfico y blanqueo de capitales en la Audiencia de Pontevedra que las planeadoras tenían chapas identificativas del astillero que la red poseía en Viana do Castelo.


Esta alusión se ha producido en un debate con los abogados de Juan Garre -presunto lugarteniente de Vázquez Roma- y Jorge Santiago, administrador del astillero en cuestión, Viana Pesca, donde se construyeron las embarcaciones para descargar en Galicia 4.000 kilos de heroína, operación frustrada por las fuerzas de seguridad.

Una vez que la mayoría de los acusados, empezando el propio Vázquez Roma, han admitido su responsabilidad en los hechos, el intercambio entre Fiscalía y defensas se está centrando en dirimir el papel de estos dos acusados.

En sus declaraciones, los agentes de Aduanas también han recordado la jerga que utilizaban los implicados en sus conversaciones telefónicas, en las que distinguían las embarcaciones destinadas a descargas ilegales como las de "el lío" o de "guerra".

Ramiro Vázquez Roma confesó este lunes su implicación en la descarga frustrada de 4.000 kilos de cocaína en 2007, conocida como operación Piraña.

El presunto jefe de la operación, controlada por escuchas telefónicas de Vigilancia Aduanera y abortada en el momento en que las planeadoras se aprestaban a descargar la droga en la costa pontevedresa, reconoció los hechos.

Dijo que su detención fue "un palo" y apuntó que confesaba ahora como "la mejor forma de ayudar" a familiares y amigos a los que implicó en la operación y que están procesados con él en este sumario, que imputa delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales a 19 personas.

El fiscal Luis Uriarte confirmó ayer la posibilidad de un acuerdo entre las partes tras conversaciones con los abogados durante los últimos meses acerca de la posibilidad de que reconocieran los hechos y eso tuviera un reflejo en sus conclusiones definitivas. 

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