El centro de salud de Monforte tiene goteras y el Sergas minimiza el caso

La Consellería de Sanidade dice que las filtraciones de agua "non son algo inaudito"
Cubos colocados en el centro de salud para recoger el agua de las goteras
photo_camera Cubos colocados en el centro de salud para recoger el agua de las goteras

Hasta diez papeleras distribuyeron estos días los trabajadores del centro de salud de Monforte en el tercer piso del ambulatorio para recoger el agua que se filtraba desde el tejado del edificio. Segun dijeron, no se trata de un problema nuevo, pues, aseguraron, se reproduce desde hace unos diez años siempre que llueve con cierta intensidad.

Muchos de los usuarios del centro no daban crédito de lo que sucedía tras encontrarse con los recipientes para recoger el agua de las goteras.

Las personas que acuden al centro indicaron que hubo algún que otro resbalón, pero que nadie llegó a caerse y sufrir algún traumatismo. Las mismas fuentes señalaron que tras pasar el fotógrafo de este diario por el lugar fueron inmediatamente retirados los contenedores.

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) le quitó hierro al problema, señalando que es «totalmente falso» que el centro de salud monfortino padezca goteras desde hace diez años, pues siempre se procede «de inmediato a arranxar os desperfectos que se podan producir nos seus centros».

Los responsables de comunicación de este organismo dependiente de la Consellería de Sanidade aseguraron que no hubo ningún tipo de dejadez en este asunto y que «o feito de que as intensas choivas tiveran provocado algunha filtración non é algo inaudito, nin illado, que aconteza só no centro de saúde de Monforte, senón que outras moitas edificacións non sanitarias rexistraron incidencias deste tipo».

El Sergas añadió que las filtraciones se produjeron a través de la zona de climatización, ubicada en la terraza del edificio, y que lo sucedido se ha puesto en conocimiento de los técnicos de mantenimiento para que un equipo especializado realice las reparaciones pertinentes cuando las condiciones climáticas lo permitan.

De hecho, el Servizo Galego de Saúde aseguró que hubo un problema similar en 2014 y que los desperfectos habían sido solucionado con una reparación que había costado 3.400 euros.

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