Dos lucenses repartirán donativos a lo largo de la Ruta de la Seda

Iván y Diego fueron compañeros de instituto y ahora, en unos meses, serán compañeros de un largo viaje cuyo destino será Ulán Bator. Realizarán 16.000 kilómetros en una ambulancia solidaria
Diego Segade Blanco e Iván Doel Varela, los dos aventureros que harán la Ruta de la Seda hasta Mongolia
photo_camera Diego Segade Blanco e Iván Doel Varela, los dos aventureros que harán la Ruta de la Seda hasta Mongolia

En su caso, no traerán ni llevarán especias. Iván Doel Varela y Diego Segade Blanco, un informático y un profesor de viola, recorrerán la histórica Ruta de la Seda pero con otra finalidad: la de llevar donativos a distintas instituciones y, de paso, conocer otras culturas y también otros países. Para ello, optaron por el Rally Mongolia, una iniciativa solidaria, a nivel internacional, de seis semanas de duración que se desarrollará en julio y en la que habrá viajeros procedentes de distintas partes del mundo. 

Estos dos lucenses, Iván y Diego, de 30 años, fueron compañeros de instituto y, desde entonces, conservaron su amistad hasta el punto de que también compartieron otros viajes. En 2009, se fueron a Malasia y a Tailandia. En 2014, además de ir a Malasia, visitaron Indonesia, Birmania y Camboya. Y este último año, estuvieron en Italia, Eslovenia y Croacia, ruta de 7.000 kilómetros que hicieron en moto. 

El historial viajero de Iván se acrecentó mucho a lo largo de 2015, año que una circunstancia vital dramática convirtió en sabático. El pasado mes de febrero, Iván fue diagnosticado de un cáncer de testículo cuando se encontraba en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, donde trabajaba. Rápidamente, su vida cambió por completo. Por eso, decidió que este sería, para él, su año sabático y, además de someterse a una operación de urgencia e iniciar un tratamiento, se planteó un objetivo: aprovechar el tiempo porque la vida es muy corta y disfrutar al máximo, viajando, los próximos doce meses. 

"Afortunadamente, ya superé el cáncer porque no hay metástasis. Así que, en teoría, estoy curado. De todas formas, decidí viajar todo lo que pueda este año y, desde abril, ando de un lado para otro. Ahora me voy una larga temporada, medio año o así, a Tailandia, a bucear, donde también conseguí un puesto de trabajo como profesor de buceo", explicaba Iván, que ya está ahora en el país asiático.

LA OPORTUNIDAD. La idea de hacer una ruta solidaria siempre rondó en su cabeza. Sin embargo, Iván se encontraba, una y otra vez, con el mismo problema: la falta de tiempo. Ahora, le surgió la oportunidad y no piensa desaprovecharla. Como él mismo dijo, la vida es muy corta. 

"Por fin, encontré un motivo para lanzarme a hacer esto y pienso aprovecharlo. Serán 16.000 kilómetros en los que conoceremos nuevas culturas y países. En algunos lugares, puede ser algo arriesgado, como en el norte de Turquía o, incluso, Irán, pero no creemos que esté la cosa tan mal como la pintan. Nuestro plan es gastar lo mínimo posible: dormiremos en tienda de campaña, llevaremos una ducha portátil y estiraremos al máximo el dinero que nos dé la gente", explica Iván. 

Los dos aventureros llevarán a cabo este proyecto, que bautizaron como La Sonrisa Nómada, en una ambulancia, vehículo que entregarán después, en Ulán Bator, a la ONG La Otra Mirada, con la que colaboran y que regenta un centro de día para pacientes que sufren la enfermedad de huesos de cristal. 

"Andamos buscando todavía la ambulancia y admitimos ofertas. Además de este vehículo, también entregaremos sillas de ruedas para los niños, dado que nos dicen que allá, en Mongolia, no existen. Nuestra idea es que alguna institución, como el Hula o Cruz Roja, nos done alguna silla de ruedas para llevar también", explican Iván y Diego. 

La faceta solidaria de este viaje no solo se cumplirá en Mongolia. A lo largo de los 16.000 kilómetros, los dos lucenses pretenden repartir material escolar, deportivo y sanitario entre distintas organizaciones y países. "Los repartos los haremos, sobre todo, a partir de Turquía. Además de con La Otra Mirada, también colaboraremos con Cool Earth, una organización ecologista, escogida por el Rally Mongolia, para donar 750 euros. Esta ONG protege selvas en peligro y tiene por objetivo combatir el calentamiento global. Otra organización a la que apoyaremos es la lucense Somos Unidos por el Cáncer, a la que donaremos un mínimo de 750 euros para que sean invertidos en investigación -como el resto de sus donativos- además de participar con ellos en distintos eventos", cuentan los dos aventureros solidarios. 

Diego e Iván esperan, además, recibir el apoyo de todos los lucenses mediante la aportación de ayudas a su proyecto. Para ello, ponen a disposición de quien quiera colaborar una cuenta en Caixa Rural. También pensaron en hacer crowfunding por internet, además de obtener más ingresos con la venta de calendarios y camisetas.

"Gráficas Bao es uno de nuestros siete patrocinadores y nos imprimió, sin cobrar ni un duro, 230 calendarios para este fin, que vendemos a 5 euros. También nos imprimió la memoria del proyecto, así como varios trípticos y pancartas", afirman los dos chicos.

PRESUPUESTO. La ruta que planean hacer estos dos chicos, dentro del Rally Mongolia, tendrá un coste aproximado de 11.760 euros, en base al presupuesto que ellos mismos elaboraron antes de lanzarse a esta iniciativa y con el fin de enseñárselo a patrocinadores. El presupuesto está publicado en su web, lasonrisanomada.com, donde dan detalles del proyecto, que partiría de Londres o Praga en julio de 2016 y se desarrollaría, durante seis semanas, cruzando Europa y varios países de Asia como Turquía, Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán, Kazajistán y Mongolia. 

Queda por aclarar el origen del nombre de este proyecto, La Sonrisa Nómada. "Antes de decidirnos, jugamos con muchas palabras y también con sus dominios en internet. Al final, elegimos La Sonrisa Nómada porque resume muy bien nuestra idea, que es intercambiar material con sonrisas. Además, pretendemos que este proyecto sea el inicio de otros más", dicen.

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