Citroën prueba entre Vigo y Madrid el prototipo de coche sin conductor

El viaje, de 599 kilómetros, ha concluido con éxito sin que interviniese ningún humano en la conducción. Alberto Núñez Feijóo y el director de PSA Vigo hicieron el trayecto entre O Porriño y A Cañiza

PSA Peugeot Citroën probó este lunes uno de sus cuatro prototipos de vehículo autónomo con un recorrido de 599 kilómetros, los que separan sus fábricas de Vigo y de Madrid, sin la intervención de un conductor.

Con la tecnología que lleva incorporada –cámaras, sensores y GPS– este vehículo puede circular por autovías, autopistas y vías rápidas de un modo autónomo, gestionando la velocidad, los cambios de carril y los adelantamientos al ser capaz de detectar obstáculos, peatones y otros vehículos.

Se trata del primer trayecto de estas características en España desde que el pasado 16 de noviembre la Dirección General de Tráfico (DGT) aprobase la regulación que establece un marco para la realización de pruebas con vehículos de conducción autónoma en vías abiertas de circulación.

En el tramo inicial del recorrido, entre O Porriño y A Cañiza, han viajado a bordo del vehículo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el conselleiro de Industria, Francisco Conde, y el director de PSA Vigo, Yann Martin.

El prototipo lleva incorporados un sistema de navegación GPS, radares delanteros y traseros y láseres escáner, cámaras digitales y una centralita de guiado electrónica que hace las veces de conductor al gestionar autónomamente la dirección, la aceleración y el frenado a través del volante y los pedales.

La función de conducción automatizada maneja tanto el control longitudinal como el control lateral del vehículo, de modo que el conductor ya no actúa ni sobre los pedales ni el volante. Pero, en cualquier caso, puede desactivar la función y retomar, en todo momento, el control del vehículo.

El prototipo autónomo de PSA Peugeot Citroën, basado en el Citroën Grand C4 Picasso, dispone de sensor de detección "hands on" y cámara de seguimiento del conductor, además de una interfaz hombre-máquina intuitiva desarrollada en colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG).

Estos dispositivos permiten una toma de control inmediata por parte del conductor, que debe supervisar el comportamiento del vehículo en caso de necesidad. Esta tecnología, que entra en el nivel dos de automatización de los cinco del calendario que maneja PSA, está pensada para funcionar en tramos de autopista, autovía o vía rápida con calzadas separadas para cada sentido.

Su objetivo es mejorar el confort y la seguridad del conductor, al ahorrarle la fatiga que supone la conducción por tramos monótonos, propensos a las distracciones y los errores al volante.

La multinacional francesa prevé introducir en sus automóviles, a partir de 2018, funciones que liberen a los conductores, hasta llegar a la de conducción totalmente autónoma en el horizonte 2020.

A partir de entonces entrarán en escena funciones que permitirán al conductor soltar el volante y dejar de mirar la carretera. El conductor podrá delegar cada vez más operaciones en el buen hacer de la tecnología de su vehículo, hasta llegar a un momento en el que será posible leer el periódico.

AGRADECIMIENTOS MUTUOS. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha confiado en que Galicia pueda seguir acreditando en el futuro que "no es solo un buen lugar para construir automóviles" sino también para "la inteligencia para el vehículo autónomo" y para "aproximarnos al futuro de la automoción".

Feijóo ha agradecido que el CTAG "haya puesto a la marca Galicia dentro del vehículo inteligente con mayor proyección que hay en Europa", y a PSA, "que haya confiado en Galicia una vez más porque Galicia no defrauda".

El director de PSA Vigo, Yann Martin, ha valorado por su parte el apoyo de la Xunta y la labor del CTAG, así como la autorización por parte de la DGT para realizar la prueba. Martin ha ensalzado que la marca francesa es pionera en I+D, ha destacado el desarrollo de la "industria 4.0" y ha añadido que gracias a la transformación que se está acometiendo en la planta de Balaídos, Galicia va a "tener un futuro" en la industria de la automoción.

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