El informe Lisardo

El entrenador del Breogán analiza sin rodeos la derrota en Huesca, la cuarta consecutiva. El técnico lucense llama la atención sobre la actitud y dice que el equipo "va a cambiar"
Lisardo Gómez dirige a su equipo en el Pazo
photo_camera Lisardo Gómez dirige a su equipo en el Pazo

El Cafés Candelas Breogán atraviesa, tras perder sus últimos cuatro encuentros, la peor racha de resultados en la LEB Oro desde el mes de enero de 2012, cuando bajo la dirección de Pepe Rodríguez perdió de forma consecutiva ante Burgos, Menorca, Canarias y La Palma. Hay que considerar, no obstante, que solo uno de esos partidos, el jugado frente al Canarias, tuvo como escenario el Pazo dos Deportes de Lugo.

Desde que Lisardo Gómez se convirtió en el primer entrenador del conjunto lucense, en diciembre de 2012, nunca el Breogán encadenó cuatro derrotas de forma consecutiva en la Liga.

Esta trayectoria que ha alejado al equipo breoganista de la lucha por el primer puesto también ha generado serias dudas sobre las posibilidades de la plantilla para afrontar los objetivos marcados al inicio de temporada. El técnico del equipo lucense, Lisardo Gómez, analiza la situación de su equipo y habla de las deficiencias que ha mostrado, sobre todo, en las últimas jornadas.

La actual es su peor racha como entrenador del Breogán

«Lo es también como entrenador en general porque he tenido la suerte de que hasta ahora las cosas me han ido más o menos bien. Toca lo de siempre, trabajar al cien por ciento y apretar al límite durante esta semana porque a lo mejor en las dos últimas no se hizo por el tema de las lesiones, porque estábamos en cuadro, pero hay que cambiar esta tendencia de intentar proteger a los jugadores en los entrenamientos a nivel físico porque las circunstancias ya son otras. Tenemos nueve jugadores y la situación es lo suficientemente delicada como para que todos tengamos que apretar los dientes».

El técnico denunció la actitud de sus jugadores en Huesca

«Cuando hablo de actitud no me refiero a no querer hacer las cosas, creo que cuando hablamos de actitud hay que incluir la concentración, la disciplina, la atención y el tener un poco de coherencia. En Huesca tuvimos pérdidas de balón que son incomprensibles e imperdonables y hay situaciones de rebote que son una clara muestra de no estar activos. No tengo ninguna duda de que los jugadores intentan hacer las cosas bien pero para intentarlo realmente hay que salir con un cien por ciento de agresividad. Cuando sales al cincuenta por ciento y el rival te supera ya es una falta de actitud. El equipo tiene que tener la conciencia de que los errores nos condicionan mucho y hay que empezar a castigarlos en los entrenamientos. Son preocupantes los veinte primeros minutos en Huesca pero estoy convencido de que el equipo va a cambiar».

¿Los retrasos en los cobros pueden influir de alguna forma en el rendimiento?

«No. No debería y si afecta solo podría a los que estuvieron el año pasado pero no a los demás. Escudarse en esto en esta situación no creo que sea lo mejor y, desde luego, no lo achaco al rendimiento de ningún jugador».

No es el primer partido en que el Breogán tiene problemas graves en el rebote

«A veces nos centrábamos mucho en proteger a nuestros jugadores grandes diciendo que el rebote es cuestión de todos, y es así, pero también es verdad que ante el Peñas, de los 17 que nos cogen bajo nuestro aro al menos 10 nos los arrebatan, no sé si por falta de deseo o agresividad nuestra o por la gran actividad y deseo de ellos. Es imperdonable que nos cojan diez rebotes solo por actividad, por no colocarme bien o por no ir con agresividad. Todos tenemos responsabilidad en los rebotes, pero los pívots tienen más que decir. Esto no debe suceder ni se tiene que volver a repetir».

El equipo también acusa el escaso protagonismo ofensivo del juego interior

«En los últimos partidos nos costaba que llegara el balón a los pívots por la ausencia de Nelson o porque no estaba bien y Travis es nuestra principal referencia interior. En Huesca hemos buscado balones interiores y hemos generado desde el interior pero tenemos que tener más consistencia. Ante el Castellón se nos va el partido por lo que fallamos debajo del aro y ante el Huesca fallamos ocho puntos debajo del aro. Los grandes tienen que ser conscientes de que tienen que ser mucho más duros también ofensivamente. No creo que esto vaya a ser un problema».

¿Hay otros aspectos que le preocupan más?

«Nuestro principal problema ahora mismo es la falta de fluidez en ataque y de ritmo. No quiero achacarlo a las lesiones. Esta semana ya tendremos efectivos para trabajar con ritmo que, insisto, está siendo para mí el principal problema del equipo. No tenemos ritmo».

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