El gobierno quiere dar los primeros pasos este año

El Concello tiene un proyecto para crear 65 kilómetros de vías destinadas a los ciclistas

Implicaría reducir el espacio para circulación y aparcamiento de vehículos y desplazar algunas paradas de bus y de plazas de carga. El objetivo es reducir el uso del coche un 10% en diez años

El gobierno local tiene desde hace ahora un año un ambicioso proyecto de promoción del uso de la bicicleta a diez años con el que prevé la creación de 65,5 kilómetros de itinerarios ciclistas en la ciudad.

El proyecto implica otros cambios de movilidad. El principal es una reducción del uso del coche privado, por dos razones: porque, en el fondo, el plan persigue una movilidad más sostenible económica y medioambientalmente y porque, a la hora de diseñar las vías ciclistas, se optó por las soluciones más baratas, y estas conllevan reducir el espacio de circulación y de aparcamiento de los vehículos, así como mover paradas de buses y carga y descarga. "Había dos formas de hacerlo, fácil o barato. Y la petición municipal fue que fuera barato", explica el autor del proyecto, el ingeniero de caminos Jesús Martínez.

De él fue la iniciativa de realizar este proyecto de promoción de la bici. Tras años intentándolo, en 2014 convenció al entonces alcalde para realizarlo gracias a una subvención europea.

El plan está diseñado para ser realizado en dos etapas, en cinco y en diez años, con un coste de 1,9 millones de euros, una cantidad ridícula si se compara con el dinero invertido en otras ciudades. Sevilla es uno de los ejemplos que más se cita y para crear unos 40 kilómetros de vías ciclistas gastó unos 20 millones de euros.

El plan de Lugo toma como punto de partida el plan de movilidad que la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona hizo para el Concello en 2008 y que, ocho años después, no se ejecutó en absolutamente ningún punto. Con ese documento como base, Martínez recurrió a manuales de tráfico de bicicletas holandés y danés, "más generosos que los españoles, que además apenas hay", afirma.

El ingeniero explica que, junto al bajo cose, el criterio que guió su trabajo fue la seguridad. Salvo excepciones, las vías ciclistas en calzadas van protegidas con separadores en el suelo, no hay vías en aceras y se redujeron a lo mínimo las vías bidireccionales, en medianas (solo se plantea en Rodríguez Mourelo y García Portela) y en zonas peatonales, así como los carriles bus-bici. Además, en ningún caso las vías ciclistas van al nivel de las aceras.

RED PRINCIPAL. Martínez diseñó una red principal de itinerarios norte-sur (el eje que más desplazamientos tiene) con cien tramos, que se complementa con una red perpendicular (unos 60 tramos) y con unos 30 o 40 tramos más denominados de oportunidad, para conectar puntos intermedios. Tomando como base los principales polos generadores de desplazamientos, el ingeniero plantea tres itinerarios principales: campus-zona histórica, Ronda da Muralla (Ramón Ferreiro-Gasolinera Martínez) y zona histórica-O Ceao.

De los 65,5 kilómetros de vías pintados sobre el mapa, la mayoría (31,8) son calles ciclistas. Son calles estrechas en las que no hay espacio para habilitar una vía cliclista y lo que se hace es señalarlas como prioritarias para bicicleta (pintando una gran bici en la calzada, por ejemplo) y restringir la velocidad de los automóviles a 20 kilómetros. En la red secundaria, la mayoría son calles ciclistas.

El plan está formado por una red principal de itinearios ciclistas norte-sur y otra perpendicular que suman unos 200 tramos

La reducción de la velocidad puede sorprender, pero en realidad ya hay calles a las que, por sus condiciones, hoy en día no se circula más rápido (Ronda das Fontiñas, por ejemplo). El nuevo Reglamento General de Circulación, que lleva años redactado y no acaba de aprobarse, ya reduciría a 30 kilómetros prácticamente todas las calles de las ciudad.

A las ciclocalles les siguen en kilómetros (9,9) las vías unidireccionales (una a cada lado de la calzada), las ideales por ser las más seguras. Allí donde no es posible por las características de la calle, el ingeniero plantea vías bidireccionales (6,5 kilómetros), por ejemplo, en Ramón Ferreiro y la Ronda da Muralla.

El plan prevé también 6,2 kilómetros de circuitos protegidos, donde las vías van entre la acera y la fila de aparcamiento, y 3,3 kilómetros de vías a contrasentido. Esto es, calles muy estrechas en las que los coches circulan en un solo sentido y las bicis pueden ir en los dos sin espacio diferenciado, salvo en aquellos lugares donde haya espacio para habilitar una vía en contrasentido, sin protección porque ya son calzadas lentas. Otra modalidad son las vías de coexistencia (6,1 kilómetros), en calles céntricas, donde la velocidad ya es baja ahora y con el nuevo Código de Circulación quedaría en 30 kilómetros. Los coches y las bicis circularían juntos, sin separadores en el pavimento. Y por último, 1,7 kilómetros de carril bus-bici, exclusivo para estos dos vehículos.

Martínez explica que estas son propuestas y que a la hora de decidirse a intervenir habría que estudiar bien cada calle.

Respecto a la eliminación de plazas de aparcamiento de coches, que con toda seguridad provocaría quejas, el ingeniero insta a "explicarlo bien". Apunta que en algunas vías en realidad no serán muchas plazas, porque siempre hay menos de las que parece, y cree que, si de verdad se quiere apostar por una movilidad más sostenible y por reducir los coches, hay que hacer ver a la gente las alternativas que tiene a distancias razonables, como los párkings, y mentalizarla de que, si se tiene garaje, ese es el lugar del coche y no la calle, que es de todos. También ve imprescindible un buen transporte público.

El plan prevé 1.900 plazas para aparcar bicis (en 160 puntos estratégicos) y establece como objetivo aumentar los desplazamientos en bici del 0,5% actual al 6% en cinco años (11% en el campus) y reducir los de coche del 35% al 25%. También aumentarían los desplazamientos en bus (siempre que este mejore su servicios) y bajarían los de a pie, porque, cuando hay condiciones, suele haber trasvase a la bici.

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