'El desconocido' gana dos Goyas, en una noche triunfal para 'Truman'

Los números musicales y el gracejo de Dani Rovira no acaban de dar con la fórmula en una ceremonia con actuaciones en playback, números de magia
y los tambores de Calanda en un hito del surrealismo televisivo que tuvo como buena nueva para los lucenses el premio Goya que obtuvo el realizador de Rábade Jorge Coira por el montaje de la película El desconocido.

Un Coira muy emocionado subió a recoger su premio de manos de Carmen Machi y Julián López en el primer tercio de la gala y tuvo palabras para el director monfortino Dani de la Torre, quien le concedió la oportunidad de ponerse a los mandos del thriller El desconocido.

No faltaron en el discurso de agradecimiento un recuerdo para el populoso clan de los Coira —"a mi hermano Pepe, que es un sabio", dijo—, para su mujer, Araceli Gonda, y para un hermano casi de sangre, Luis Tosar, con quien comenzó a hacer cine "hacemás de 30 años".

Las opciones de la cinta de debut de Dani de la Torre fructificaron en el ‘cabezón’ conseguido por Coira y en el que obtuvieron los sonidistas David Machado, Jaime Fernández y Nacho Arenas. Ni De la Torre se impuso a Dani Guzmán (A cambio de nada) como mejor director novel ni Luis Tosar puso con Ricardo Darín, que logró su primer Goya gracias a Truman.

Esta cinta de Cesc Gay fue, precisamente, la gran triunfadora de la noche al hacerse con cinco premios en una gala sorpresiva, ya que La novia, la gran favorita con doce nominaciones, solo convirtió en 'cabezones' las de mejor fotografía y de mejor actriz de reparto, para la veterana Luisa Gavasa.

Truman, por su parte, se impuso en otras categorías importantes, aparte de la de actor principal, ya que Cesc Gay subió a recoger el galardón de mejor director y mejor guion original —de manos de Vargas Llosa—, mientras que la cinta se hizo también con la distinción de mejor película y mejor actor de reparto, para Javier Cámara.

Isabel Coixet y su Nadie quiere la noche mereció cuatro estatuillas de los académicos, pero no para Juliette Binoche como mejor actriz principal, ya que el premio fue para Natalia de Molina —una de las más reivindicativas— por el filme Techo y pan.

Otra película pequeña, Un otoño sin Berlín, puso a Irene Escolar, sexta generación de una saga de actores, su primer Goya como mejor actriz revelación.