Noventa y dos puntos. Esta es la máxima diferencia que se ha registrado en un partido de la máxima categoría del baloncesto español y del que el lunes se cumplieron cuarenta años. El protagonista fue el Real Madrid; la víctima, el Breogán, y el resultado final: 140-48. En aquel encuentro no solo se marcó el record de la mayor diferencia, sino también el de la máxima anotación individual, que sigue vigente, al anotar el alero estadounidense del Real Madrid Walter Szczerbiak nada menos que 65 puntos.
Aunque no se ha vuelto a repetir una diferencia como la de aquel encuentro -la siguiente es de un triunfo del Granollers sobre el Obradoiro por 81 puntos de ventaja (130-49)- lo que ya se ha superado es la anotación de un equipo en un partido. Los 140 puntos anotados al Breogán ya han sido superados en cinco ocasiones. La máxima es también del Real Madrid, que anotó 149 puntos en la temporada 1981-82 en su visita a La Salle de Barcelona.
En aquella mañana del 8 de febrero de 1976 el Breogán visitaba a un Real Marid que era el líder de la competición con una victoria de ventaja sobre el Barcelona. Nadie soñaba con un triunfo breoganista, en aquellos tiempos era casi implanteable ganar fuera y menos a alguno de los grandes, pero tampoco se contaba con que el equipo lucense se llevara un correctivo semejante.
De hecho, durante los días siguientes se especuló tanto en la prensa madrileña como en la barcelonesa por los motivos por los que el Real Madrid había afrontado el encuentro ante los lucenses con tanta intensidad y sin bajar la guardia ni un solo minuto. Walter Sczerbiak, por ejemplo, no descansó ni un solo minuto.
El Mundo Deportivo: "¿Qué mosca debió picar a los madridistas para lanzarse de forma tan desaforada sobre el indefenso tablero breoganista?"
Para la prensa de la capital la causa radicaba en las críticas que por entonces recibía el alero estadounidense, cuya anotación en los últimos partidos había descendido. Incluso, como recordaba el lunes el diario As, en la crónica de un partido previo Carlos Jiménez se refería a Walter como alguien "absolutamente convertido en un zombie (mirada perdida, cara de sueño, reflejos aletargados...)". El propio jugador reconoció que, tras un partido que jugaron contra el Águilas de Bilbao, Lolo Sainz decidió repartir el protagonismo, "Anoté seis puntos. Leí en el As que no me gustaba madrugar, porque el partido se jugó por la mañana, y recibí una raya. Esto me motivó". La desgracia para el Breogán es que fue el rival del Madrid en el siguiente partido que los de Lolo Sainz jugaron en horario de mañana.
En Barcelona, sin embargo, la lectura de la motivación del Madrid, fue otra. Así El Mundo Deportivo se preguntaba al día siguiente. "¿Qué mosca debió picar a los madridistas para lanzarse de forma tan desaforada sobre el indefenso tablero breoganista?" y se contestaba que no se comprendían las razones para infligir una derrota tan despiadada, aunque después especulaba con la opción de que el Madrid quiso hacer un espectacular despliegue de fuerzas porque en la semana siguiente visita el Palau Blaugrana.
En aquel equipo del Breogán militaba Ángel Sevilla. "No paraban de meter por todos los lados y eso que no había canastas de tres puntos", recuerda el exjugador berciano. "Nos extrañó mucho la motivación del Madrid, pero luego supimos que se trataba de una reivindicación de Walter, al que Lolo Sainz no lo sentó ni un solo minuto", añadió.
En aquel encuentro el Real Madrid jugó con: Brabender (24), V. Ramos (12), Cristóbal (12), Cabrera (4), Paniagua (4), Prada (7), Walter (65), Corbalán, Rullán (8) y Luyk (4). Por el Breogán: Elíes (1), Lete (10), Serrano (2), Fullarton (18), Manel Sánchez, Lerma, A. Pérez (9), Sevilla, Prieto y A. Martínez (8).
El Breogán no solo logró la permanencia en esa temporada sino que, por primera vez, logró derrotar en el Pabellón Municipal al Joventut de Badalona.
