El Café Candelas Breogán visita a un gigante herido

A falta de diez jornadas para el final de la fase regular, la lucha por el play off está absolutamente abierta.

Algunos equipos, como el Cafés Candelas Breogán, intentan recuperar el terreno perdido para acceder a esas posiciones que impiden finalizar la competición de forma prematura; otros, como el Palma Air Europa, intentan detener la caída para mantenerse en esas posiciones. Por lo tanto, Palma y Breogán afrontan un encuentro el próximo domingo (18.00 horas, Polideportivo de Son Moix) en el que ambos necesitan la victoria. Los lucenses para reafirmar la mejoría apuntada ante el Ourense y, por lo tanto, para volver a la zona noble de la tabla, y el Palma para salir de una dinámica tan peligrosa como inesperada.

El conjunto insular fue uno de los grandes animadores del mercado veraniego. Antes que nadie, el club mallorquín ató a algunas de las piezas más codiciadas en el muestrario de la LEB, lo que obviamente le situó en la parrilla de salida como uno de los aspirantes a todo. Y no empezó mal el próximo rival del Breogán. Después de repartir victorias y derrotas en las cuatro primeras jornadas encadenó siete triunfos que le situaron, tras la undécima jornada, a una sola victoria del líder y con dos triunfos de ventaja sobre el tercer clasificado, el Melilla. A partir de ahí, todo se torció para el conjunto balear. Dos victorias en las nueve últimas jornadas son más que un toque de atención.

El Palma, con cuatro derrotas consecutivas, es el equipo con la peor serie abierta de la LEB Oro. Esta situación, agravada además porque en su cancha no ganan desde el 29 de noviembre pasado, al perder sus últimos cuatro partidos jugados en Son Moix, ya ha tenido consecuencias. El pasado 18 de enero, después de perder en Palencia, el club balear tomaba la decisión de cesar a Ángel Cepeda y situar en su lugar al que hasta ese momento era el secretario técnico del club, Xavi Sastre. Con el nuevo técnico, de momento, no han mejorado las cosas. De hecho ha perdido los dos encuentros que ha dirigido el nuevo inquilino del banquillo del Palma, ante el Melilla (62-68) y el pasado domingo en A Coruña (91-81).

El actual entrenador del conjunto balear reconoce, en declaraciones efectuadas a SER Deportivos Baleares, la preocupación y "la ansiedad que produce que los resultados sean negativos y no queda otra que intentar que no pase. Ahora mismo no estamos cómodos". El discurso de Sastre es el habitual en estas situaciones. "La ansiedad es lo peor que puede tener un deportista y lo que necesitamos es mejorar para conseguir una victoria cuanto antes. A ver si lo conseguimos y nos quitamos esa preocupación", señala.

La situación de Sastre es especialmente incómoda en su doble papel de secretario técnico y posterior entrenador del equipo. No se puede hablar en la crisis del conjunto mallorquín de excesivos problemas de lesiones. Miquel Feliu no empezó la Liga pero se incorporó antes de la cuesta abajo de su equipo. El escolta Khalid Muntakabbir se lesionó de gravedad pero su lugar fue ocupado por un jugador de garantías como Jorge Romero. El resto del equipo, por nombres, asusta: Mikel Uriz, Guillén, Feliu, Durán, Lucas, Nicholas... Algo falla en el Palma. Está claro.