El hijo del cabecilla del secuestro de Lalín pide perdón a la víctima

El acusado asegura que le pidió a su padre que "soltarán" al empresario de Cambre

Uno de los acusados por el secuestro de un empresario de Cambre en 2014 e hijo del considerado principal cabecilla de la trama ha finalizado este jueves su declaración en la vista que enjuicia este caso pidiendo perdón a la víctima y su familia.


La Audiencia Provincial de A Coruña acoge desde este miércoles el juicio a los ocho acusados del presunto secuestro de un empresario coruñés del sector de la madera, para quienes la Fiscalía solicita penas que oscilan entre los diez y los trece años de cárcel.

"Pido perdón al señor Abel y su familia por el daño que pudo haber pasado", declaró José Miguel M., que llegó de México en octubre de 2013 y se encontraba en situación irregular en España.

El acusado, visiblemente nervioso, admitió que fue él quien llevaba las bridas con las que otro de los acusados, Jesús M.G., ató a la víctima, y también reconoció que acompañó a su padre, Jesús M., considerado principal cabecilla de la trama, a dejar en el buzón de la casa del secuestrado una carta escrita por el propio empresario para pedir que entregaran 70.000 euros.

Sin embargo, indicó que solo vio cómo introducían al secuestrado en el maletero de uno de los vehículos y, en los días en los que este estuvo cautivo en un galpón en Lalín, no fue a ver a la víctima.

Además, sostuvo que a su padre le pidió que "soltaran" al empresario y explicó que quienes "acondicionaron" la caseta donde estuvo la víctima fueron los propietarios de la finca, Esther S. y Miguel M.C., así como la hija de estos, Isabel, que era, además, la pareja de su tío José Manuel M., del que dijo que pretendía repartirse el rescate con su padre.

Isabel ha alegado en el juicio que desconocía que permitió que la víctima se quedara en un galpón propiedad de sus padres porque los supuestos captores le "dijeron que tenía problemas con su mujer".

El presunto cabecilla de la trama manifestó este jueves, en la primera jornada del juicio, que inicialmente pretendían ajustar cuentas con el hermano de la víctima por una deuda pero se equivocaron de persona y después "se complicó".

Además, comentó que el empresario "estaba solo muchas veces" en el galpón en el que fue recluido, y que "no se fue porque no quiso".

El empresario coruñés secuestrado durante cinco días está "altamente sorprendido" por estas manifestaciones, ha confesado hoy su abogado.

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