Los principales aspirantes a las primarias del centro-derecha francés para elegir a un candidato presidencial boicotearon este domingo el discurso del líder de Los Republicanos (LR), Nicolas Sarkozy, ante el Consejo Nacional de la formación.
Sarkozy presentó este domingo en París las que pretende que sean las grandes líneas de acción de su partido hasta las presidenciales de 2017, pero los candidatos a las primarias no se sienten comprometidos por ese documento, por lo que decidieron no estar presentes durante su alocución.
Además, el expresidente galo recibió otra mala noticia con el apoyo que el antiguo primer ministro Jean-Pierre Raffarin (2002-2005) anunció a su principal rival para las primarias, Alain Juppé, que no deja de distanciarse en los sondeos.
La última encuesta, difundida este sábado, recoge que Juppé es el favorito del 47 % de los franceses para ser elegido como aspirante del centro-derecha en las primarias que deberán celebrarse en noviembre, muy por delante deSarkozy y del también exjefe de Gobierno François Fillon, empatados en el 11 %.
En su intervención ante el Consejo Nacional -una suerte de "parlamento" de su partido-, Sarkozy abundó en la línea de derechas que sigue en los últimos tiempos para diferenciarse de Juppé, más centrista, y arrebatar votantes al Frente Nacional.
En ese sentido, apostó por que, mientras no se apruebe un "Tratado de Schengen II" para regular las fronteras en la Unión Europea (UE), Francia "controle por sí misma sus fronteras".
Para Sarkozy, Los Republicanos "no están dispuestos a renunciar a las fronteras interiores entre europeos más que en la medida en que tengan la garantía de que las de la UE será defendidas sin debilidad. La libertad de circulación de los europeos no implica la misma libertad para los extracomunitarios".
En el "credo" divulgado por Sarkozy, la empresa debe ser "el lugar principal para el diálogo social", mientras que la competitividad es su prioridad: "Rechazamos (la jornada laboral de) las 35 horas".
También rechaza que el partido conservador pueda llegar a ningún tipo de acuerdo, a cualquier escala, con el ultraderechista Frente Nacional (FN), aunque también cierra la puerta al llamado "Frente Republicano" con el Partido Socialista, invocado en ocasiones para cerrar el paso al partido de Marine Le Pen.
El "número dos" del partido, Laurent Wauquiez, en una intervención muy aplaudida por sus correligionarios, proclamó que "no es Francia quien debe adaptarse a los extranjeros, sino ellos quienes deben adaptarse a Francia".
