Una mujer que robó a la anciana a la que cuidaba, condenada a un año

Una mujer que le robó durante seis meses varias prendas de ropa, joyas y hasta las cremas de la cara a la anciana a la cuidaba fue condenada a un año de cárcel. Además, tendrá que indemnizar a la afectada en 1.698 euros, cantidad en la fueron tasados los artículos robados.

El juez explica en la sentencia que la familia de la anciana acudió a una empresa de servicios asistenciales de la capital lucense y contrató a una cuidadora para que atendiera a la mujer. La empresa envió a la acusada al domicilio de la familia, sito en la Avenida de Ramón Ferreiro, donde trabajó desde julio hasta diciembre de 2012, cuando la señora se puso a buscar un mantel para la fiesta de Navidad y se dio cuenta de que le faltaban multitud de efectos personales.

Durante ese periodo, la cuidadora aprovechó los momentos en los que estaba a solas con la anciana para apoderarse poco a poco de varias prendas y de otros artículos de valor. En concreto, la mujer sustrajo tres mantelerías de hilo bordadas a mano, varios juegos de sábanas y toallas, una pulsera de oro con esmeraldas, un juego de pendientes de piedras aguamarina, un anillo de oro con esmeraldas, una cadena de oro de niña, dos vestidos y una chaqueta de la señora de la marca Roberto Verino, seis pañuelos de seda de la marca Bimba y Lola, una colonia de Chanel y varias cremas. Tal y como quedó recogido en la sentencia, los efectos robados fueron tasados en un total de 1.698 euros.

En el juicio por estos hechos —que se celebró en el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo— prestaron declaración como testigos dos compañeras de la acusada, que coincidían con ella varios días en el traspaso de los turnos. Las dos mujeres señalaron que el mes de octubre, más o menos coincidiendo con las fiestas de San Froilán, vieron en varias ocasiones a la acusada salir del domicilio de la anciana con bolsas de gran tamaño.

El juez también considera "revelador" el testimonio de la acusada, ya que en un primer momento declaró que se trataba de bolsas de basura, aunque cuando en el juicio le dijeron que salía normalmente del domicilio a las tres de la tarde y que era impropio bajar la basura a esas horas, cambió su versión para decir que la bolsas contenían ropa para cambiarse o para comer en la casa. "Es decir", concluye el fallo, "no dio razón lógica y estimable de tal contingencia, sino que respondió con titubeos".