Comuneros de Láncara y Baralla pugnan por la propiedad de un monte

La Audiencia Provincial rechaza que unas parcelas de Cedrón pasen a la comunidad de montes de Vale

Dos comunidades de montes vecinales en mano común de los municipios de Láncara y Baralla llegaron a los tribunales por la titularidad de unos terrenos. Los vecinos de este último concello reclamaban la propiedad de dos parcelas de Láncara, demanda que fue desestimada por la Audiencia Provincial de Lugo.

Los comuneros de Oucedo y Serra de Vale, en la parroquia de Vale (Baralla), solicitaron un deslinde con el monte de Trasalba de Castrodelo y Trasalba de Piñeiroá, en Cedrón (Láncara). Esto llevaría a que dos parcelas de esta última parroquia pasaran a ser titularidad de la comunidad de montes del municipio de Baralla. Esta reclamación fue desestimada por el juzgado de primera instancia e instrucción de Sarria, imponiendo las costas a los vecinos de Vale, quienes presentaron un recurso ante la Audiencia Provincial.


La Audiencia Provincial no ve acreditado "de un modo suficiente" el deslinde solicitado


Ambos tribunales consideran que el linde entre los montes vecinales es la línea del término municipal entre los dos ayuntamientos, que es la línea recta que une los puntos conocidos como Pena do Searón o do Rato y el Marco do Escouredo. La Audiencia Provincial no ve acreditado "de un modo suficiente" el deslinde. Señala que los demandantes deberían acreditar en forma la extensión de su monte vecinal y el lindero que lo separa del de Láncara. Sin embargo, apunta que la prueba practicada a instancias de los demandantes no cumplen con estas exigencias, ya que no acredita plenamente el deslinde solicitado. Además, en la sentencia se explica que la prueba practicada a instancias de los comuneros de Cedrón y las manifestaciones de una ingeniera de Montes de la Xunta de Galicia "rebaten en buena medida la postura defendida en la demanda". Por ello, confirmó la sentencia del juzgado de primera instancia e instrucción y solo la modificó a la hora de no imponer a la parte demandante las costas.

Este proceso comenzó hace ya años, pues en 2013 los comuneros de Láncara presentaron un escrito en el Ayuntamiento reclamando la colaboración del mismo en la demanda interpuesta por los vecinos de Baralla. Al tratarse de un deslinde entre parroquias, la junta de gobierno local decidió entonces no intervenir por no ser competencia del Ayuntamiento, sino un asunto civil. Sin embargo, acordó facilitarles a los lancareses la documentación que figura en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) sobre los límites oficiales de los dos municipios.

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