Alerta ante la guerra entre dos clanes gitanos por la fuga de dos menores

El padre de la chica fue detenido armado con una escopeta, cartuchos y una navaja cuando se dirigía a enfrentarse a la otra familia. La intervención del patriarca permitió su puesta en libertad, pero el chico y los suyos han huido de Lugo
Cartel difundido por las redes para localizar a Nerea
photo_camera Cartel difundido por las redes para localizar a Nerea

La fuga de dos menores, en principio con la intención de casarse, ha desatado una guerra entre dos clanes gitanos de Lugo, que este lunes amenazó con estallar en episodios violentos y que puso en alerta a los cuerpos y fuerzas de seguridad. El padre de la chica, de hecho, fue detenido mientras conducía su coche hacia el barrio donde reside la familia rival, armado con una escopeta, una canana llena de cartuchos y una navaja. "Aquí va a haber sangre", les dijo a los agentes en el momento de su detención. Instantes después, llegaron otros dos coches con más familiares de la chica, que incrementaron más aún la tensión: "Nos da igual que nos quitéis la escopeta, podemos tener más. Primero vamos a ir a por los hombres, luego a por las mujeres y luego a por los niños", amenazaron.

Sucedió en torno a las 22.00 horas del domingo, pero el conflicto había arrancado mucho antes. La familia de Nerea, de 15 años, ya se había opuesto frontalmente a su relación con José Antonio ‘Cholín’ en las Navidades pasadas, cuando denunció el secuestro de la niña, a la que supuestamente se habían llevado de su casa a punta de pistola. La Guardia Civil la localizó un par de días después en una aldea de Quiroga, donde viven los abuelos del chico, y la devolvió a su familia.

Sin embargo, la pasada semana Nerea aprovechó un descuido de los suyos para fugarse, ayudada supuestamente por familiares de Cholín. La desaparición de ambos fue denunciada en comisaría por sus respectivas familias. Varias mujeres de ambos clanes se enfrentaron a puñetazos, patadas y tirones de pelos cuando coincidieron el viernes ante las propias dependencias policiales. Según algunos testigos, hasta se golpearon con palos.

El hecho es que los dos menores seguían sin aparecer. Todo apunta a que los buscaron también en la aldea de Quiroga donde se refugiaron la vez anterior, pero tampoco estaban allí. Los últimos comentarios que circulan entre la comunidad gitana los sitúan en alguna zona de Extremadura, posiblemente de Badajoz, donde el clan del chico podría tener raíces familiares. Y no se habrían ido solo los dos chavales, sino que parece que toda la familia del chico, al completo, había abandonado este lunes la ciudad en previsión de posibles enfrentamientos.

Hay que tener en cuenta que el clan de Nerea es uno de los más extensos de O Carqueixo y lleva en Lugo muchas décadas. En el poblado chabolista sigue residiendo el núcleo del mismo, si bien los padres de Nerea y ella misma vivían desde hace unos años en Begonte, donde se dedican a la compra-venta de caballos.

Es en su camino desde Begonte hasta donde residía la otra familia, en As Gándaras, cuando fue sorprendido el padre de la menor, de casualidad: a los agentes les pareció sospechosos que el coche incrementara mucho la velocidad al ver la patrulla y le dieron el alto. El hombre pasó la noche en el calabozo y ayer fue puesto a disposición judicial.

Primero ante la comisaría y luego ante los juzgados, un buen grupo de familiares, que ocasiones llegaron a ser una treintena entre hombres, mujeres y niños, se reunieron en una tensa espera. La Policía Nacional desplazó varias patrullas hasta la Praza de Avilés en previsión de altercados.

Estos al final no se produjeron porque la jueza de instrucción 2, Sandra Piñeiro, decidió dejar en libertad al hombre, aunque sigue acusado de tenencia de armas y amenazas. Lo hizo pese a la oposición de la Fiscalía, que consideraba un gran riesgo dejarlo en libertad, pero al parecer pesó mucho el testimonio del patriarca del grupo, que fue llamado a declarar como testigo. Según parece, se comprometió a que se iba a encargar de buscar una solución que no implicase la violencia, además de controlar las ansias de venganza de sus familiares.

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