El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia condena al Sergas a abonar 66.030 euros a un lucense por la forma en la que se abordó su obstrucción intestinal en el Xeral Calde en 2008, cuando se desistió de hacerle una operación después de iniciarla. La intervención acabó haciéndose después en un centro privado de Navarra, cuya factura ascendió a 60.000 euros mientras que los 6.000 deberán abonarse en concepto de daños morales.
Los hechos se remontan a octubre de 2008 cuando el paciente fue intervenido en el Xeral por un cáncer de recto. Posteriormente sufrió una obstrucción intestinal por la que volvió a quirófano en noviembre. En esa ocasión los cirujanos desistieron de diseccionar los segmentos intestinales obstruidos porque consideraron que tenía que ser una disección demasiado agresiva. Poco después, el paciente pidió el alta voluntaria y se trasladó a la Clínica Universitaria de Navarra donde días después fue operado de nuevo y se le dio solución a la obstrucción.
El paciente reclamó inicialmente al Sergas y después ante el juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Santiago de Compostela, que no admitieron sus demandas. Sin embargo, el TSXG considera que se produjo una pérdida de oportunidad, al someterle a la "agresión" que implica una intervención quirúrgica sin que se realice actividad curativa alguna. Además da más credibilidad a la prueba pericial del demandante, que defiende que en el Xeral se le administró solo sedantes tras esa cirugía.
El Sergas deberá pagar 66.030 euros a un lucense por abrirlo y no operarlo
El TSXG entiende que se produjo una pérdida de oportunidad, al no realizar la intervención, que recibió después en un hospital privado
