El ganadero de Chantada asegura que sus vacas fallecieron debido a "un silo en mal estado"

"No es cierto que las dejase morir de hambre", declaró la defensa del acusado. Las asociaciones que denunciaron el caso piden 2 años y 4 meses de prisión para él

El ganadero que este viernes fue citado para ser interrogado como investigado por un presunto delito de maltrato animal en el Juzgado de Chantada, a causa de la muerte de más de una veintena de reses en su granja por una supuesta falta de cuidados por su parte, afirmó que el deceso de éstas y el mal estado en el que estaban otras obedece a un "silo en mal estado".

El abogado que se hizo cargo de su defensa, Fernando Lamela, afirmó que "las reses murieron por un silo en mal estado", en concreto por una bacteria cuyos síntomas son diarrea e incluso muerte súbita, porque es capaz de "matar a una vaca en sólo 24 horas".

De hecho, recordó que la mayoría de las reses murieron en poco más de dos semanas, porque su propietario se encontraba "un día con cinco muertas" y al siguiente con seis o siete.

"Una cosa son las imágenes y otra preguntarse por qué ha pasado esto", dijo a la prensa Fernando Lamela, quien recordó que, de fondo, subyace "un problema económico", por el "bajo precio de la leche", pero también las dificultades físicas del propietario de la explotación.

Según el letrado, su cliente no dejó morir de hambre a sus vacas, porque les llevaba "cuatro remolques diarios de hierba verde", a pesar de que los animales ya se habían secado y "no estaban produciendo leche", entre otras cosas porque su propietario no tenía dinero para comprarles pienso.

Desde su punto de vista, el ganadero "hizo cuantos esfuerzos estuvieron en su mano, a pesar de tener unos dolores horribles" por los problemas físicos que arrastra desde hace tiempo y que le obligan incluso a "tomar una cantidad diaria de morfina para poder atender al ganado".

"No dejó morir a las vacas, no es cierto que las dejase morir de hambre", subrayó el abogado, quien también indicó que no se puede hablar de un "maltrato animal" o de que la suya fuese "la cuadra de los horrores", porque "es su vida, de lo que lleva viviendo veinticinco años".

"Había agua corriente y todos los días les suministró alimento", insistió, además de precisar que con los últimos fondos que tenía en su cuenta compró en diciembre "18.000 kilos de paja en León", y con eso y con los silos y la hierba verde, "fue dándoles de comer".

"¿Cómo iban a llevar años en mal estado si hay una Campaña de Saneamiento que se lleva a cabo de forma periódica por parte de los servicios veterinarios oficiales de la Consellería?", ha preguntado Fernando Lamela.

Añadió, por otra parte, que si "se hubiese pagado el segundo plazo de la PAC" a tiempo "hubiese comprado pienso y hubiese remontado la situación".

PIDEN DOS AÑOS Y CUATRO MESES DE PRISIÓN. Por su parte, el letrado de las tres organizaciones animalistas que denunciaron al ganadero, Víctor Valladares, precisó que el investigado no contestó a ninguna de sus preguntas y que su declaración "fue absolutamente contradictoria". 

Las asociaciones reclamarán una pena de dos años y cuatro meses de prisión. Asimismo, pedirán que el granjero no pueda volver a tener animales a su cargo.

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