Hallan en Brollón restos de una mujer asesinada hace 50 años al buscar víctimas de la Falange

Su cadáver apareció junto al cementerio de Castroncelos y los primeros indicios apuntan a que tenía unos 30 años. Se encontraron junto a ella unas llaves y un cinturón que se cree son de los años 60 del pasado siglo
La Guardia Civil acordonó el lugar junto a la iglesia en el que aparecieron los restos
photo_camera La Guardia Civil acordonó el lugar junto a la iglesia en el que aparecieron los restos

Los restos de una mujer de unos 30 años de edad que, según los primeros indicios, sufrió una muerte violenta y fue enterrada hace unos 50 años junto a la iglesia y cementerio de Castroncelos, en A Pobra do Brollón, fueron encontrados por arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Ponferrada. Estos expertos se desplazaron hace diez días hasta este lugar en busca de los restos de los hermanos José María y Ricardo García Moral, dos labradores vecinos de Montefurado detenidos por un grupo de falangistas en septiembre de 1936 y posteriormente asesinados.

Los técnicos comenzaron a excavar en un lugar situado a cuatro metros de la iglesia que hay junto al cementerio, donde se creía que estaban sus cadáveres, pero en vez de encontrar los restos de estos represaliados durante la dictadura franquista se encontraron con una sorpresa mayúscula, al descubrir los de una mujer enterrada mucho tiempo después.

Según fuentes consultadas, los arqueólogos de esa asociación determinaron que los huesos se corresponden con los de una mujer de unos 30 años de edad. También se determinó que murió de forma violenta al encontrar indicios en tal sentido en sus restos. En cuanto a la datación de la fecha del óbito, se supone que fue entre los años 1960 y 1970, pues se encontraron unas llaves y un cinturón que se corresponderían con los usados en esa época.

AVISO. Con tales indicios, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Ponferrada avisó inmediatamente a la Guardia Civil, que procedió a acordonar el lugar de la excavación y a llevarse los restos de esa mujer para que la policía forense proceda a un estudio más exhaustivo de ellos.

La Guardia Civil acordonó el lugar en el que se hallaron los restos y abrió una investigación para conocer la identidad de la fallecida

Para impedir que se puedan alterar pistas que pudiesen permanecer ocultas entre la tierra, la Guardia Civil también ordenó tapar el hoyo abierto, que a día de ayer continuaba perimetrado por una cinta del instituto armado para que nadie se acerque al lugar.

Este diario ha podido saber que la Guardia Civil lleva este caso con extremo secretismo y cautela. Según parece, ha comenzado a recorrer el municipio de A Pobra do Brollón para saber si alguna mujer desapareció hace unos 50 años de su domicilio sin que se volviese a saber nada de ella.

El alcalde del municipio, José Luis Maceda Vilariño dijo ayer desconocer este suceso, mostrándose muy sorprendido al asegurar que nadie le había comunicado nada al respecto.

ESPECULACIONES. En Castroncelos todo son especulaciones. Los vecinos hablan de que en los años 60 se derribó el templo antiguo, una especie de capilla, y se construyó una iglesia en la misma zona pero con otras medidas y otra orientación.

Todos pensaban que esta se levantaría en un determinado lugar, por lo que alguien pudo pensar que haciendo un enterramiento allí nunca se encontraría el cadáver, el de esa mujer de 30 años de la que por el momento se desconoce su identidad.

LOS REPRESALIADOS. A falta de nuevos trabajos que confirmen este término, los cuerpos de los dos hermanos podrían haber quedado debajo del nuevo templo. Ahora, el colectivo y sus descendientes buscan documentación y planos de la vieja capilla para concretar más la zona del enterramiento.

Se sabe que José María y Ricardo García eran dos labradores que formaban parte del sindicato UGT y uno de ellos hacía trabajos para Renfe. Tras ser detenidos por los falangistas y metidos en un tren con dirección a Monforte de Lemos, el convoy no llegó a la ciudad del Cabe y se paró en A Estación de A Pobra.

En esa zona habrían sido obligados a bajar del tren y asesinados. Además, un vecino tuvo que trasladar los cadáveres en un carro hasta la capilla de Castroncelos.

Los datos que constan en el juzgado de Monforte explican que se les hizo la autopsia y que fueron enterrados junto a pequeño templo de la localidad de Castroncelos, cercana a la estación, a unos dos kilómetros de distancia.

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