La Guardia Civil busca a familiares de la mujer sin identificar enterrada hace 50 años en Brollón

En caso de encontrar a alguien que denuncie una desaparición sucedida en los años 60, se hará una prueba de ADN. El instituto armado aún no exhumó el cadáver y pidió un informe técnico a la asociación que halló los restos
Terreno acotado por la Guardia Civil junto a la iglesia de Castroncelos
photo_camera Terreno acotado por la Guardia Civil junto a la iglesia de Castroncelos

La Guardia Civil ha puesto en marcha una investigación para conocer la identidad de la mujer que, presuntamente, fue asesinada hace 50 años y enterrada junto a la iglesia de Castroncelos, en A Pobra do Brollón. La línea de actuación se centrará en recorrer todo el municipio, ir puerta por puerta, para saber si alguien recuerda la desaparición de una mujer entre los años 60 y 70 del siglo pasado, pero dejando abierta la posibilidad de que pudiese tratarse de un varón. En el instituto armado declararon que deberá ser un antropólogo forense el que determine el sexo de la persona enterrada en Castroncelos y su edad, así como si realmente sufrió una muerte violenta. En el caso de que algún vecino apunte la desaparición de una persona en aquella época se llevará a cabo un análisis de ADN para determinar el parentesco y asegurar la filiación del cadáver.

SORPRESA. En la Guardia Civil mostraron su sorpresa ante el hecho de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que acudió a Castroncelos a buscar los restos de dos labradores de Montefurado (Quiroga) asesinados por la Falange en 1936, no hubiese comunicado el hallazgo de un cuerpo que no buscaban y que había sido enterrado unos 30 años después de aquella fecha, limitándose a volver a tapar los huesos. En concreto, indicaron que se enteraron de lo sucedido tres días después, momento en el que se procedió a acordonar la zona a la espera de una exhumación para llevar los huesos a un laboratorio especializado. La Guardia Civil requirió a esta asociación a que le envíe un completo y detallado informe sobre su hallazgo, algo en lo que ya ha comenzado a trabajar uno de los especialistas de este colectivo.

En Castroncelos, los vecinos no echan de menos a nadie y apuntan a que pueden ser los restos de una persona foránea

INUSUAL. Un portavoz de tal agrupación no quiso dar detalles de lo que habían visto, pero sí dijo que se trataba de "un enterramiento inusual", pues los restos aparecieron junto a un lateral de la iglesia, en una zona alejada del cementerio.

No profundizó en el caso, pero sí confirmó que no había restos de caja fúnebre y que entre los huesos se encontraron unas llaves de la época de 1960, un cinturón y unos gemelos, objetos que podrían aportar alguna pista.

En cuanto a no comunicarle nada a la Guardia Civil, este portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica señaló que siempre que se lleva a cabo la exhumación de cadáveres de personas represaliadas durante la Guerra Civil se le comunica al juzgado de turno y a la Guardia Civil, "no personándose nadie en el lugar", de ahí que en este caso no se contemplase la posibilidad de avisar de su hallazgo, al tiempo que se mostraron "sorprendidos", dijeron, "por el revuelo que se ha montado".

LOS VECINOS. A los vecinos de Castroncelos no les consta que ninguna mujer u hombre de la parroquia hubiese desaparecido sin rastro hace unos 50 años.

Una señora de 96 años de edad, que vive a unos 50 metros de distancia del cementerio, indicó ayer que el enterramiento tuvo que producirse cuando en la década de 1960 "tirouse unha fermosa igrexa románica para levantar unha nova por capricho do cura, un home do Incio. Tivo que ser cando alguén aproveitou que toda a terra estaba removida para meter o cadáver".

Esta mujer añadió que los trabajadores que construyeron el templo no eran del municipio, que se trataba de obreros "traídos de fóra, polo que ao mellor habería que falar con quen era daquela o cura de Castroncelos para que a Garda Civil investigue en profundidade o caso".

Esta mujer, que a pesar de su edad mantienen una memoria prodigiosa, fue la encargada de comunicarle a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que en el recinto de la iglesia se encuentran enterradas dos personas represaliadas durante la Guerra Civil, en concreto dos hombres conocidos como ‘O Silvosa’ y ‘O Rubio’, indicándole el lugar concreto del enterramiento por si quieren excavar.

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