No es un dibujo cualquiera

Están de moda y están hechos para reflejar la personalidad del que lo luce, pero ahora los tatuajes también cumplen otra función: la de recuperar la autoestima en el caso de las mujeres que, tras sufrir una mastectomía, desean ver su pecho como lo tenían antes
Ibraim Abreu, haciendo un tatuaje a un cliente
photo_camera Ibraim Abreu, haciendo un tatuaje a un cliente

Este joven brasileño, Ibraim Abreu, encontró en el tatuaje otra forma de expresar su creatividad. En Lugo desde hace un año, Ibraim Abreu no solo hace diversas creaciones artísticas a gusto del cliente sino que también hizo en su país un tipo de tatuaje reparador con el que se consigue simular, en tres dimensiones, la forma del pezón en el caso de las mujeres que sufren una mastectomía tras un cáncer de mama.

"Los resultados son buenos. Simulan mucho el pezón natural. Lo que pasa es que la cicatriz debe tener, al menos, dos años. En caso contrario, puede ser peligroso. Donde hay cicatriz, la aguja entra menos y se ha de tener la mano más ligera. Por lo demás, la tinta se comporta de la misma forma si es aplicada de la forma correcta", explica Ibraim, que regenta el local Tattoo Studio.

Este joven tatuador reconstruyó el pezón de una pastora evangélica en Brasil. El trabajo le llevó entre veinte minutos y una hora y el resultado fue, según dice, espectacular. "Se trata de rehacer el pezón y hacer algún ornamento sobre el pecho, como unas flores. Es un trabajo más emotivo que el resto que se hace todos los días. Especialmente porque el resultado mejora mucho la autoestima de esa mujer y la verdad es que la apariencia del pecho cambia por completo", afirma.

El tatuaje se está usando para reconstruir, en tres dimensiones, el pezón de una mujer que haya sufrido una mastectomía

Ibraim se ofrece voluntario para reconstituir el pezón, de forma totalmente gratuita, a mujeres que hayan sufrido una mastectomía. En caso de que, aparte, deseen algún tatuaje a mayores, cobraría ya un precio.

"Me gustaría mucho ayudar así a estas mujeres. Por eso, por reconstituir el pezón no cobraría nada. Sí cobraría, en cambio, si se va a hacer un tatuaje en el pecho. En ese caso, dependería del tamaño, de los colores... pero cubriendo solo la zona que tapa el sujetador podrían ser unos 250 euros cada pecho", afirma.

EXPERIENCIA. Ibraim Abreu lleva una década haciendo tatuajes. Antes, pintaba fachadas de tiendas y hacía grafitis. "Un amigo artista me enseñó a tatuar y me dijo: 'Te voy a enseñar un nuevo mundo'. A mí, al principio, no me llamaba esto demasiado la atención pero me di cuenta que, utilizando agujas, podía dar más realismo a mis dibujos con más facilidad que con el pincel", explica.

El gusto por el tipo de tatuaje depende, en gran parte, de la personalidad del cliente. Ibraim comprobó que los españoles son más exigentes con el dibujo que los brasileños y prefieren las escenas más surrealistas.

"Relojes, caras, temas náuticos como brújulas y barcos es lo más solicitado mientras que en Brasil los dibujos son más comerciales y más sencillos, no tan trabajados y muchos clientes llegan ya con el dibujo hecho. Aquí en Lugo, en cambio, los clientes te dan la oportunidad de construir el dibujo desde el momento cero y puedes dar rienda suelta a toda tu creatividad", dice Ibraim.

Este joven cuenta que los tatuajes están siendo solicitados tanto por jóvenes como mayores y tampoco hay rangos sociales. El más barato cuesta 50 euros y de ahí para arriba, dependiendo del trabajo. Así, por ejemplo, hay tatuajes que se hacen en tres minutos y otros, en ocho horas.