El estado físico de Cristiano Ronaldo sigue sin ser el más favorable a apenas unos días de la disputa del partido más importante del año, la final de Champions que enfrentará al Real Madrid con el Atlético de Madrid.
A las ya sabidas molestias del portugués en el bíceps femoral de su pierna derecha se le ha unido este martes un nuevo percance en forma de golpe. Durante el transcurso de la sesión de entrenamiento se produjo un fuerte choque entre Cristiano y el guardameta Kiko Casilla que hizo saltar nuevamente las alarmas del madridismo.
En un principio, y siempre según la información de los servicios médicos del club blanco, el golpe recibido en la pierna izquierda no derivó en algo más serio aunque sí que obligó al portugués a abandonar el entrenamiento antes de tiempo.
Sin embargo, el portugués mandó después un mensaje de tranquilidad en la zona mixta montada para atender a los periodistas en Valdebebas: "He tenido un problema en el entrenamiento, un bocadillo como se dice en España. Pero mañana o pasado estaré bien. Me siento bien y preparado y el sábado estaré en mi mejor nivel".
BÍCEPS FEMORAL. El contratiempo de este martes se suma a la lista de problemas del astro portugués del Real Madrid. Ya las últimas semanas Cristiano había permanecido entre algodones por la lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha que le hizo perderse hasta tres partidos -dos de Liga ante el Rayo Vallecano y la Real Sociedad, y uno de Champions, la ida de semifinales ante el Manchester City-, y que le impidió completar los partidos ante el Valencia y el Deportivo.
Cristiano también lleva varios días sin poder entrenar de forma natural con el equipo, permaneciendo más tiempo en el gimnasio que en el terreno de juego del campo de Valdebebas, por lo que el choque de este martes con Kiko Casilla ha agravado el pesimismo de buena parte de la afición blanca.
No obstante las informaciones que filtra el Real Madrid es que el jugador podrá estar en plenitud de condiciones para el decisivo partido de este sábado, en el que pueden conseguir la ansiada Undécima.
