La Unión Europea pide a Londres iniciar "cuanto antes" su marcha

El británico Jonathan Hill dimite como comisario europeo de Finanzas mientras que otro eurodiputado de las islas renuncia a dirigir un informe en desarrollo. Escocia pide negociar con la Unión Europea un lugar específico mientras que Berlín insta a las instituciones continentales a demostrar su fortaleza
Reunión de representantes de la UE
photo_camera Reunión de representantes de la UE

El político conservador británico Jonathan Hill dimitió este sábado de su cargo como comisario europeo de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercado de Capitales de la Unión Europea (UE), después de que el Reino Unido votara por el Brexit. "A la luz del resultado del referéndum, es correcto que dimita", anunció en su cuenta de Twitter. 

En un comunicado, Hill, que asumió el cargo en noviembre de 2014, precisó que trabajará con el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, en las próximas semanas para asegurar "un relevo ordenado". "Como muchas personas en el Reino Unido, lógicamente estoy muy decepcionado con el resultado del referéndum", afirma Hill, que confiesa que le hubiera gustado "que acabara de otra manera". "Pero el pueblo británico opinó de forma distinta y así funciona la democracia", constata.

Su puesto será ocupado por el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis. El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, afirmó este sábado en un comunicado que ha aceptado "con una gran tristeza la decisión de Lord Hill sobre su cargo en la Comisión Europea".

En la misma línea, el eurodiputado conservador británico Ian Duncan anunció su renuncia como ponente en un informe sobre la reforma del sistema de comercio de emisiones al considerar que, tras los resultados del referéndum en su país, este debe ser encabezado por alguien "que pueda dirigir la reforma hasta el final". "Sería sensato que el informe estuviera dirigido por alguien que pueda dirigir las reformas hasta el final", anunció en una carta enviada este viernes al presidente de la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente, Giovanni La Via, de la que es miembro, y recogida en su cuenta de Twitter.

El Parlamento Europeo cuenta actualmente con 73 diputados británicos, 20 de ellos del Partido Conservador.

ESCOCIA BUSCA SU SITIO. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, dijo que pedirá iniciar "conversaciones de inmediato" con las instituciones europeas para "proteger el lugar de Escocia en la UE". En una comparecencia tras reunirse con su gabinete en Edimburgo, capital de Escocia, precisó que solicitará entrevistarse con los dirigentes de la Unión Europea (UE) en Bruselas y con "otros Estados miembros" para analizar "todas las opciones posibles" para la región.

En los próximos días, establecerá un panel de asesoramiento con expertos en finanzas, derecho y diplomacia para examinar las alternativas y procedimiento, señaló. La líder independentista confirmó además que su Gobierno impulsará la legislación necesaria para facilitar un posible segundo referéndum de independencia en Escocia, una opción que, dijo, "está sobre la mesa".

Los escoceses votaron en masa a favor de permanecer en la UE en el referéndum del jueves, que ganaron los partidarios de la salida del bloque por un 52 % de los votos frente al 48 %.

LOS FUNDADORES PIDEN "FORTALEZA". El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, afirmó que los gobiernos europeos deben demostrar ahora a sus ciudadanos que Europa es "necesaria" y que está "operativa" tras el Brexit, por lo que hay que ofrecerles "resultados concretos". Steinmeier realizó estas declaraciones en una comparecencia ante los medios tras su reunión con los demás titulares de Exteriores de los países fundadores de la UE: Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia.

Los temas sobre los que hay que rendir cuentas son la crisis de los refugiados, el alto desempleo y crecimiento anémico en el sur de Europa y las cuestiones de seguridad ante la amenaza del terrorismo yihadista, destacó.

Por ello, instó a que Londres active "cuanto antes" el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que es el que prevé el procedimiento para la salida de un país miembro. Steinmeier subrayó que los gobiernos de los restantes 27 países "no pueden reemplazar decisiones que se tienen que tomar en Londres".

El ministro de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, aseguró que los europeos quieren "ver una perspectiva de futuro", mientras que su colega francés, Jean-Marc Ayrault, llamó a recuperar el "espíritu de los padres fundadores" y los valores que inspiraron el proyecto europeo en un primer momento, tras la II Guerra Mundial. "Tenemos que avanzar", afirmó por su parte el ministro de Exteriores de Holanda, Bert Koenders, que apostó por una "unión efectiva" y por cierta "flexibilidad" dentro del la UE.

Sobre este último punto ahondó el titular belga, Didier Reynders, explicó que "no es nuevo" que ciertos grupos de países dentro de la UE avancen a distintas velocidades, como lo demuestra la eurozona y el espacio Schengen, y consideró que esa era la vía para el futuro del bloque. El ministro de Exteriores belga abogó en este sentido por estrechar la cooperación "en algunos campos con menos miembros". Reynders y Koenders coincidieron con Steinmeier en destacar que los retos claves que afronta ahora la UE son la crisis de los refugiados, la creación de empleo y la lucha contra el terrorismo yihadista.

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