Recursos: "Es un país por descubir"

Patricia Pernas, una ventana al mundo

La emigración en busca de un mejor futuro profesional está entre las opciones de muchos jóvenes gallegos, aunque pocos tan decididos como la alfocense Patricia Pernas, que lleva más de un año en Guatemala como delegada de la agencia de noticias Efe.
Patricia Pernas, en Foz, horas antes de coger el avión de regreso a Guatemala
photo_camera Patricia Pernas, en Foz, horas antes de coger el avión de regreso a Guatemala

LA JOVEN Patricia Pernas es una periodista de Alfoz que hace año y medio tomó una de las decisiones más importantes de su vida: aceptar el puesto de delegada de la agencia Efe en Guatemala. El balance es "positivo, tanto a nivel personal como profesional", asegura con un café doble con hielo en una de las pocas escapadas que hace a la comarca, donde disfruta de la familia y los amigos. 

Aceptar el cargo le ha llevado también a dar un giro profesional a su carrera, pues compatibiliza su labor de redactora con otras funciones propias del puesto, "lo que no es ni mejor ni peor, es diferente", pero también en eso ve ventajas: "Me ha llevado a templar el carácter, porque tienes que hacer un montón de gestiones, eres la cara de la empresa y hay que aprender a tener relaciones con diferentes personas y a llevarlas todas de la mejor manera posible", asevera. 

Lo cuenta con determinación, la misma que pone en todo lo que hace y que para nada está reñida con su envidiada juventud, pues solo tiene 25 años. "Es verdad que les sorprende mi edad, pero igual en Guatemala que aquí, seguro, pero en cuanto te conocen van cambiando porque está extendido ese concepto erróneo de que ser una persona joven es igual a ser poco responsable, sin compromiso y sin interés por lo que haces", señala.

Su experiencia en el país centroamericano le ha servido a Patricia Pernas "para crecer personal y profesionalmente"

Cuando le propusieron el traslado decidió el sí en apenas unas horas, "aunque lo hubiera pensado más, me hubiera ido, porque me parecía una ventana abierta al mundo, además de una buena oportunidad para hacer currículum y vivir nuevas experiencias, tanto profesionales como personales, porque es otro país con una cultura muy distinta y eso te enriquece", afirma la periodista alfocense. 

ACIERTO. La oportunidad de crecer profesionalmente fue lo que la animó a dar el paso y no está "nada arrepentida" de haberlo hecho, a pesar de estar lejos de casa, de los suyos, del marisco y la Estrella Galicia, "aunque se puede comprar en una tienda de productos españoles", ríe. A cambio, junto a sus otros cuatro compañeros –dos periodistas, otro gallego y un guatemalteco; un fotógrafo y un administrativo– está poniendo voz a la situación de un país que ha estado este año bien visible en los medios "por el ‘despertar ciudadano’ de las marchas contra la corrupción y el encarcelamiento de un presidente y una vicepresidenta que tuvieron que renunciar a sus cargos". 

Precisamente, las noticias sobre el país centroamericano hacen que pensemos en él como un territorio inseguro, aunque Patricia le quita hierro y dice que "con ciertas precauciones" se puede hacer una vida cotidiana. "Mi día a día es lo más normal posible, no tengo coche, así que camino un montón y voy andando al súper y de compras, pues aquí, como en toda América, hay mucha cultura de centro comercial. Salgo a tomar algo, al cine y los fines de semana que puedo hago escapadas al interior del país o a la playa", relata. 

Encuentros que hace con otros españoles que viven en el país, la mayoría residentes en las zonas de la ciudad teóricamente más seguras, y con los que pasó las últimas navidades ante la imposibilidad de hacerlo con su familia. El contacto con sus padres es diario por whatsapp y también por skype semanalmente. 

FUTURO. Su futuro "depende de las oportunidades que vayan surgiendo", dice, aunque no descarta a medio plazo cambiar de país. España y Galicia siguen estando entre sus opciones para cuando apueste por una estabilidad familiar. 

Mientras tanto, disfruta con las escasas visitas de los amigos que se han animado a cruzar el charco, a varios de los cuales ha tratado de volver a ver en su ajetreada corta estancia en la comarca. "Llegó un momento incluso en que me agobié, porque no me daba tiempo a todo. Fui a Santiago, a Lisboa, a Foz y Burela casi todos los días y también saqué algo de tiempo para ir a la playa", relata horas antes de coger el avión que la llevará de nuevo a Guatemala, donde están inmersos en el invierno, que se prolonga hasta octubre cuando empieza la temporada seca, su verano oficial, y la segunda de las estaciones que hay en el país centroamericano.

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