Darío Campos le tiende "la mano" al BNG para seguir en el gobierno

El presidente de la Diputación de Lugo asegurá que negoció con los nacionalistas hasta "última hora"
Darío Campos, en San Marcos
photo_camera Darío Campos, en San Marcos

El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, afirmó que su intención desde que llegó al cargo fue "buscar el consenso", por lo que negoció con el BNG hasta la "última hora" para que se sumase al acuerdo para aprobar el presupuesto de la institución y, aunque no fue posible, le tiende "la mano" para seguir en el gobierno porque no hubo con los nacionalistas "ningún problema hasta esto".

Darío Campos reconoció que todavía no ha tomado decisiones con respecto a la reorganización del gobierno provincial, tras la salida del bipartito de los dos diputados nacionalistas, porque no sabía "lo que iba a suceder".

De hecho, recordó que el Partido Socialista y el BNG aprobaron inicialmente unos presupuestos y la parte económica "no cambió prácticamente nada".

"Llegado el día de ayer, teníamos dos opciones, aprobar unos presupuestos nuestros, en consenso con todos los grupos, o bien aprobar unos presupuestos mucho más restrictivos, presentados por el Partido Popular" y que, presumiblemente, "contarían con el apoyo del diputado no adscrito", indicó.

"Todo iría a pleno, tendríamos mucha más rigidez y habría muchas más dificultades" para ejecutarlos.

Confesó que se estuvo negociando con el BNG hasta "la última hora" para que se sumase "al consenso", pero "no fue posible".

"En el municipio de Foz, el BNG apoyó unos presupuestos del Partido Popular", en defensa "del interés general", recordó.

"Dije siempre que venía a trabajar por todos los ayuntamientos y vecinos de Lugo, y en eso estamos", concluyó.

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