Inca hará dos diques más en el río que afectarán al cauce y al paseo

Tendrán ocho metros de ancho y se levantarán justo antes del canal de la fábrica de la luz y después de la instalación ► Las obras durarán dos meses y las máquinas trabajarán al lado del sendero, mientras que la ataguía ilegal sigue en pie
Zona donde se construirá otro dique este verano, justo después del canal que devolvía al río el agua que empleaba la fábrica de la luz
photo_camera Zona donde se construirá otro dique este verano, justo después del canal que devolvía al río el agua que empleaba la fábrica de la luz

Inca, la empresa adjudicataria de la rehabilitación y puesta en funcionamiento de la antigua fábrica de la luz, empezará a construir dos nuevos diques de obra en el río a principios de agosto. Uno será levantado justo antes de las compuertas del canal que conducía el agua hasta la fábrica y otro, después de la instalación, para reparar el canal que devolvía el caudal al río. Mientras tanto, el dique construido en noviembre aguas arriba, para arreglar el llamado caneiro de la Luz o de As Illas, y que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) ha considerado ilegal y ha mando desmontar, sigue en pie, a la espera de que el Ministerio de Medio Ambiente confirme la sanción. Esta incluye multa de 180.000 euros al Concello, como promotor de la obra.

Los diques que Inca prevé empezará a construir en torno al 8 de agosto estaban contemplados en el proyecto y en la declaración de impacto ambiental que superó este, pero inevitablemente afectarán al río en un tramo de alta protección, ya que forma parte de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño y de la Red Natura 2000 y está declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC). Además del impacto que las obras puedan tener en los ecosistemas fluviales, donde viven especies animales y vegetales vulnerables y en peligro de extinción, enturbiarán el río, como la propia empresa admite, en plena época de baño y también afectarán al paseo que discurre al lado, muy utilizado durante todo el año pero especialmente ahora. No implicará el corte del sendero, como estaba previsto inicialmente, pero las máquinas trabajarán justo al lado, a una altura considerable, por la diferencia de cota.

Los dos nuevos diques figuran en la declaración de impacto ambiental, pero Adega dice que esta no incluye todas las especies

El dique anterior a las compuertas medirá diez metros de largo y ocho de ancho y quedará un metro por encima del azud, por lo que el impacto visual será importante. La empresa explicó en su día que este muro no sería necesario si se permitiera acabar el que empezó a levantar aguas arriba y que fue paralizado por la CHMS porque, según esta, no figuraba de forma explícita en el proyecto ni en la declaración de impacto ambiental. Inca discrepa. Alega que se indicaba que la reparación del caneiro se haría en seco y que eso solo es posible con la construcción de una ataguía, pero el organismo de cuenca consideró que no es suficiente. Ese dique también serviría para reparar el canal de la fábrica, por eso Inca pidió insistentemente que le dejaran terminarlo y hacer el trabajo. A instancia de la CHMS, Inca empezó a tramitar la legalización de la obra, pero el proceso está embarrancado porque el ministerio y la Xunta discrepan sobre quién tiene que autorizarlo.

El tercer dique previsto, aguas abajo de la fábrica, tendrá 30 metros de largo y ocho de ancho. La previsión de Inca es empezar por el de las compuertas y, cuando este esté finalizado, iniciar el otro. Espera que, en conjunto, los trabajos no duren más de dos meses. Asume que la intervención en el río va a provocar turbidez, pero cree que no va a afectar a la zona de baño del Club Fluvial, con cuya directiva ya se ha reunido para mantenerla al tanto. "Los ingenieros nos dicen que los trabajos no nos van a perjudicar, porque, precisamente por el dique que hay más arriba, el río, en la zona que nos atañe, lleva más agua que otros años. ¿La realidad? Hasta que lo veamos no lo sabremos", explica el presidente del club, Tito Margaride.

Efectivamente, el caudal en esa zona es mayor que otros veranos, lo que supone una ventaja para los bañistas, aunque también hay quien se queja de que el agua tapa el caneiro por el que mucha gente accede al trampolín y al río.

ADEGA. También la asociación ecologista está al tanto de las nuevas obras, a las que prevé alegar a pesar de que Inca ha anunciado una querella contra ella "para intentar frenarnos", dice Adega. El colectivo estudia la documentación para tratar de ver el impacto que los trabajos pueden tener en una zona tan sensible. "Non é o mesmo unha obra que catro. A acumulación de impactos en tempo e espazo pode supoñer unha ameaza maior para as especies vulnerables e en perigo de extinción que hai nesa zona". Por otra parte, Adega comprobará si las obras se ajustan al procedimiento administrativo, aunque este tampoco es ninguna garantía para la asociación. Adega mantiene que la declaración de impacto ambiental que ha aprobado el ministerio tiene "pouco rigor" porque no incluye siquiera todos los hábitats y especies que figuran, por ejemplo, en el plan director de la Red Natura.

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