Los ángeles de la Vuelta

Después de mucho trabajo y esfuerzo, la edición número 71 de la Vuelta a España regresa a la capital lucense en su quinta etapa (Viveiro-Lugo). La seguridad es un componente fundamental para que la carrera se desarrolle sin incidentes para conductores, turistas y los propios ciclistas.

Juan Aguilera es el responsable de la Guardia Civil en la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial de la Vuelta a España, además de encargarse de atender a los medios de comunicación. Es su primer año al frente del dispositivo, pero le avalan su experiencia y sus conocimientos para que cada etapa sea un éxito. "Todos los guardias civiles cumplimos unos requisitos específicos y conocimientos de ciclismo", dice Aguilera.

Para que cada etapa sea un éxito, Aguilera se reúne a primera hora de la mañana con las autoridades locales, y al final del día para coordinar los operativos de la jornada siguiente. Se trata de una exhaustiva coordinación que requiere de 12 horas diarias para que se su desarrollo sea impoluto. "Desde primera hora de la mañana realizamos un análisis de la etapa. Cada día de carrera, el dispositivo está compuesto por 128 hombres de la Guardia Civil, entre los que se incluyen 65 responsables de tráfico, 38 de control de marcha y el servicio aéreo. Su principal función es dar movilidad, seguridad a los corredores, equipos, a la propia organización, medios de comunicación y usuarios de la vía", señala.

Aguilera destaca los principales aspectos que se deben cumplir para que se puedan llevar a cabo lla etapa Viveiro-Lugo por las carreteras LU-862 Y N-640. "Pedimos a las autoridades locales qué se necesita (fintas, vallas, etcétera)", apunta.

Pese a que a todas las etapas de la geografía española comparten rasgos en común, la etapa de hoy tiene sus particularidades. "Cada zona cambia por la orografía y, en el caso de Lugo, por la dispersión de la población. En el puerto de Marco de Álvare, en la etapa de hoy, y cuando hay finales en alto requerimos de la Agrupación Rural de Seguridad de la Guardia Civil", añade Juan Aguilera.

La benémerita establece cuatro escalones de seguridad, que incluyen control de tráfico, control de pelotón, control de reserva y control de cierre. Además, se coordina con las policías Local y Nacional para realizar los cortes o desvíos de tráfico. "Suelen durar entre 30 y 45 minutos en tramos de 40 a 45 kilómetros. Intentamos generar las menores molestias a los conductores", señala Aguilera.

La Vuelta continuará este jueves en su sexta etapa desde Monforte de Lemos hasta Luíntra (Ourense), un día más para Aguilera, que seguirá al frente de la caravana hasta el próximo 11 de septiembre cuando llegue a Madrid. La suya es una labor que, además de velar por la seguridad, les permite disfrutar de una auténtica vuelta por el país.