Incidente entre la alcaldesa de Sarria y cientos de jóvenes en la Noite Meiga

López llamó a la Policía para despejar una calle, por la que pasó repetidas veces con su coche
Zona de la calle Calvo Sotelo que estaba parcialmente bloqueada
photo_camera Zona de la calle Calvo Sotelo que estaba parcialmente bloqueada

Un incidente ocurrido en la madrugada del domingo en Sarria durante la celebración de la Noite Meiga tuvo como protagonista a la alcaldesa, Pilar López, que circulaba al volante de un turismo por la Rúa Calvo Sotelo, la cual se encontraba abarrotada de jóvenes con motivo de las fiestas. La regidora acabó llamando a la Policía Local para que despejase la calle, por la que pasó con el coche repetidas veces y recibió abucheos de varios de los presentes.

El suceso ocurrió pasadas ya las tres de la madrugada, cuando Pilar López vio interrumpido su paso a la altura de varios locales de ocio nocturno de la zona, porque la vía se encontraba parcialmente obstruida por cientos de jóvenes que se concentraban en las inmediaciones de los establecimientos, llenos de gente a causa de la celebración de la Noite Meiga.

La alcaldesa, que circulaba en dirección A Ciguñeira con menores en el asiento posterior del coche, paró el vehículo y comenzó a hacer sonar el claxon e intentar despejar la vía con gestos hacia los jóvenes para que apartasen.

Quería pasar por el carril derecho y, tras verse obligada a sortear la masa por el carril izquierdo entre algunas burlas de los presentes, decidió avisar a la Policía Local para despejar la calle al completo y facilitar el paso de vehículos. También requirió la presencia de la Guardia Civil.

Algunos de los jóvenes que se encontraban en la zona calificaron la acción de la regidora de "totalmente innecesaria", ya que, según dijeron, los coches podían circular por uno de los carriles de la calzada y anteriormente habían pasado otros vehículos que se apartaban. Según varios testigos del suceso, después de la llegada de la Policía Local, la alcaldesa transitó varias veces más por esta calle con su automóvil, al mismo tiempo que recibía algún que otro abucheo. Los agentes regularon el tráfico en la calle hasta las ocho de la mañana.

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