Las casetas del pulpo siguen siendo rentables

Fuentes del sector señalan que el negocio puede dejar más de 20.000 euros de beneficio en un mes

El mito de las casetas del pulpo habla de montones de billetes y de negocios de hostelería haciendo el agosto en pleno octubre, sacando en un mes lo suficiente como para tirar todo el año. Y sí, hubo épocas en las que si no era así, se le parecía mucho. Pero ya quedan lejos, el dinero se contaba todavía en pesetas y las casetas era exactamente eso, y no los auténticos restaurantes que son ahora.

Pese a todo, sigue siendo un buen negocio, y no hay mejor prueba que la polémica empresarial que se ha montado a cuenta de la nueva adjudicación. La clave está en saber si, como aseguran unos, no hay margen de beneficio suficiente como para subir la puja hasta 10.000 euros por encima del precio de salida en cada caseta, 7.000 en el caso de los calderos, o si dan las cuentas que se han hecho los socios de Bruxa Consulting para arriesgarse a una inversión millonaria.


Los beneficios fueron bajando ostensiblemente hasta situarse en torno a los 20.000 o 25.000 euros que se calcula que ahora puede obtener de beneficio una caseta


Las dudas las despeja una persona del sector que ha conocido de primera mano el negocio del pulpo en San Froilán. Según explica, durante los mejores años, allá por finales del los 90 y principios del nuevo siglo, cada caseta podía sacar tranquilamente entre ocho y diez millones (60.000 euros) de las antiguas pesetas limpios de polvo y paja en un mes de trabajo.

Eran los años en que ninguna empresa de la ciudad faltaba a su cita anual con sus trabajadores, las sobremesas al calor del licor eran largas y los puros habanos se consumían como si fueran una parte más del menú. Eran otros tiempos. Las instalaciones no precisaban de tanta inversión ni el servicio que se daba, de tanto personal. Y no había crisis.

Así que los beneficios, según recuerda este hostelero, fueron bajando ostensiblemente, hasta situarse en torno a los 20.000 o 25.000 euros que calcula que ahora puede obtener de beneficio una caseta. Otros 20.000 euros se le pueden calcular al caldero de pulpo, que si bien no dispone más que de ese producto, tiene muchos menos gastos. monopolio.

MONOPOLIO. En estas condiciones, pensar en una inversión como la que deberá afrontar Bruxa Consulting sería descabellada con esos precios para una caseta o un caldero, pero las cifras son otras muy diferentes si lo que se piensa es en hacerse casi con el monopolio, como es el caso. Tres casetas (con la posibilidad de que sean las únicas tres que se monten si renuncia la cuarta) y todos los calderos elevan los beneficios muy por encima de los cien mil euros al año, cuando además tienen la adjudicación para los próximos cuatro.

En esas condiciones, el negocio no parece ni mucho menos descabellado, aunque precise de una gran inversión inicial, sobretodo en las casetas y la puja.

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