Una pareja afronta una pena de prisión por una supuesta paliza a una exnovia del hombre

Los acusados lo niegan y dicen que la denunciante estaba "obsesionada" con el joven y hasta forraba paredes con sus fotos. La víctima asegura que intentaron asfixiarla y le robaron el móvil

Un matrimonio podría ir más de cuatro a prisión por entrar en la vivienda de la ex del joven, darle una paliza y robarle el móvil. El ministerio fiscal solicita sendas penas de cuatro años y medio de cárcel al considerar que la pareja cometió un delito de robo con violencia. Para el acusado pide además otro año de prisión, ya que le imputa también un delito de lesiones en el ámbito familiar.

El juicio por este caso se celebró el viernes en el Penal número 1 de Lugo y los implicados ofrecieron versiones totalmente diferentes de lo sucedido. El matrimonio, por su parte, negó totalmente los hechos y explicó que la denunciante estaba "obsesionada" con el acusado e incluso había forrado las paredes de una habitación de su vivienda con las fotos del joven que sacaba de Facebook.

El chico negó incluso que mantuviera una relación sentimental con la mujer. "Era algo esporádico, sexual, no había nada afectivo. Quedábamos de vez en cuando, pero yo tenía relaciones con otras chicas. Cuando conocí a su amiga no quise volver a quedar, pero ella insistía. Acabé cansado de que me acosara. Incluso le dijo a su familia que comprara ropa de boda porque nos íbamos a casar, cuando nunca nos planteamos nada parecido", declaró.

El hombre comenzó a salir con la amiga de la denunciante -la acusada- y finalmente se casaron. Según contó la mujer ante la jueza, las dos chicas se conocieron por Facebook y entablaron una amistad. "Ella me hablaba de un chico con el que estaba obsesionada, pero nunca me dijo que tuvieran una relación. Salíamos juntas con otras amigas y ella lo perseguía, pero tan solo lo vimos una vez. Luego, cuando se enteró de que nosotros habíamos iniciado una relación sentimental, empezó a meterse en medio y aseguró que nos haría la vida imposible", contó.

La víctima sin embargo, afirmó en la vista que fue novia del acusado durante cinco años y que la relación se terminó al enterarse "por terceras personas" de que el hombre salía con su amiga.

Según contó, el 14 de enero de 2014, sobre las nueve de la noche, el chico la llamó y le dijo que quería hablar con ella. "Quedamos en mi casa -sita en una urbanización de las afueras de Lugo- y al momento me dijo que se había dejado el tabaco en el coche. Yo me quedé encendiendo la chimenea y de repente entraron los dos y me atacaron por la espalda. Me agarraron por el pelo y después él me sujetó por los brazos y por las piernas, mientras que ella me golpeaba. Incluso me agarró con fuerza por el cuello hasta que casi no daba respirado. En un momento dado", narró, "me encerraron en la cocina y pude saltar por la ventana. Entonces fui al garaje, me encerré en el coche, lo encendí y ellos se marcharon".

Los acusados negaron este episodio y afirmaron que ese día no estaban en Lugo. Sin embargo, la acusación particular argumentó que el rastreo de los móviles de la pareja los sitúa en la capital lucense. Además, la víctima recibió asistencia médica y aportó un parte de lesiones en el que se recoge que presentaba múltiples erosiones en región cervical, antebrazos y en la mama derecha. El juicio quedó visto para sentencia.

La pareja, a la que piden 4 años, dice que no estaban en Lugo, pero la acusación particular dice que sus móviles lo desmienten

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