Expolugo: Otra degustación gratuita

Las razas autóctonas presumieron de ejemplares por las calles de Lugo

Cientos de personas siguieron el desfile matinal de ganado bovino, ovino, porcino y equino ► La marcha iba encabezada por un toro de raza rubia gallega de unos 1.600 kilos de peso

La ciudad recuperó este sábado el espíritu de feria que antaño fue una de las enseñas de sus patronales, junto con el pulpo. Cientos de lucenses no se quisieron perder el desfile matinal por el centro de singulares ejemplares de razas autóctonas, ni la muestra ganadera Expolugo, A Rural, que acoge el Pazo de Feiras e Congresos. 

En la pasarela virtual el objetivo de las cámaras hizo foco en el toro de raza rubia gallega Perico, de seis años de edad y 1.600 kilos de peso, que abría el desfile. Este semental retirado, que consume unos 20 kilos de pienso diarios, "xa só está para exposicións" desde su retiro dorado en O Corgo, según explicó el técnico de las asociación de criadores Acruga que lo acompañaba, Javier Gerbolés. 

Le seguía una xogada de vacas, Toura y Linda, herederas de las que fueron las predecesoras de los tractores. Su propietario, José Antonio Santos, de la ganadería Damorena de Friol, indicó que participó en este desfile con el fin de colaborar en la "promoción da rubia galega". 

Xacobe Pérez, de la Asociación do Cabalo de Pura Raza Galega, dice que es "a mellor promoción que se pode facer para mostrar ao público en xeral, as características dunha raza en perigo de extinción"

Menos voluminoso era otro de los modelos que participó en este desfile, un semental de Castroncan (Samos), de unos 1.200 kilos de peso, que, a sus ocho años, aún sigue en activo. "Outros coa súa idade xa non se teñen de pé", dijo su propietario, Manuel López. 

El decano de los ganaderos en este desfile fue Castor Varela, un octogenario de Pesqueiras (Chantada), que pese a su aparente frágil complexión fue capaz de llevar por el ramal a una vaca preñada de 1.400 kilos de peso, Parrula, que no se separaba de su cría de solo dos meses, Linda. Este productor, que conserva una fotografía con el rey Juan Carlos I en una Semana Verde de Silleda, se sumó a esta iniciativa porque "é o que nos gusta. É unha ilusión". Tras las reses de rubia gallega, marchaban, subidas al remolque de un tractor, dos cachenas, una raza autóctona que está en peligro de extinción, cuyos ejemplares se caracterizan por sus largos y afilados cuernos. 

Otro vehículo de la Asociación Galega de Amigos da Maquinaria Agrícola Clásica (Agamac) transportaba ejemplares de cabra, galiña de Mos y porco celta. 

El cierre del desfile estuvo reservado al ganado equino. El primer modelo fue un burro fariñento, Cuco, de 10 años, que tiene unas expectativas de vida de otros 20 años. Su cuidador, Fiz López, dijo que es "un exemplar sin castrar para a recría". 

PUESTA EN VALOR. La Asociación do Cabalo de Pura Raza Galega estuvo presente con dos ejemplares que de los curros pasaron a los certámenes de doma clásica. Su presidente, Xacobe Pérez, destacó que este desfile es "a mellor promoción que se pode facer para mostrar ao público en xeral, non ao específico do sector, as características dunha raza autóctona en perigo de extinción". Algunos de estos ejemplares también se pueden contemplar en la muestra ganadera Expolugo, A Rural.

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