Tres menores a comisaría por robar y golpear coches con un bate

Botellones y el incendio de un puesto de comida, incidencias del domingo

Tres menores fueron llevados a comisaría por robar y golpear coches con un bate

Donde hay aglomeraciones es difícil que no haya alguna incidencia, pero, un año más, el San Froilán confirma su tradición de fiesta tranquila. Los botellones, con menores de edad bebiendo alcohol; la acción de los carteristas y un pequeño incendio en un puesto de comida del ferial, que se saldó sin heridos, fueron los percances de la noche y la jornada del Domingo das Mozas.

Las reuniones juveniles al aire libre para confraternizar y, en la mayor parte de los casos, beber alcohol, ya no solo se han consolidado como uno de los aspectos negativos del San Froilán, sino que van a más. En la noche del sábado, el parque Rosalía de Castro volvió a ser escenario de un macrobotellón que atrajo a jóvenes de distintos puntos de la provincia, como Foz, Burela y Sarria. Y no fue este el único lugar de la ciudad donde los jóvenes se reunieron para beber. La presencia de un furgón de la Policía Nacional en las proximidades del atrio de la catedral alejó a los chavales de ese punto, pero no mucho, porque encontraron acomodo en las escaleras del Obispado.

La práctica de llevar bebida a los conciertos y a las verbenas se está convirtiendo en costumbre, de manera que, al término de estos, mucha gente sigue bebiendo en el lugar. Sucedió el sábado en Santa María y en la Praza Maior.

El fenómeno de los botellones está siendo un serio problema por la inacción de la Policía a la hora de controlar el consumo y la venta de alcohol a menores. En los días que van de fiesta, no consta que hubiera denuncias por este motivo ni por conductas como las de orinar en espacios públicos. Esto último se ha convertido en un problema muy grave para la catedral, porque los orines se cuelan incluso por debajo de la puerta de Santa María y dañan la herrería, de las pocas de época medieval que quedan en la provincia.

Por otro lado, estas concentraciones juveniles suponen un esfuerzo extra de los servicios de recogida de basura y limpieza para dejar a punto parques y plazas a primera hora de la mañana.

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