Los numerosos restos hallados en Torés dificultan dar con O Pelegrín

El equipo de la ARMH encontró hasta seis cuerpos completos. Hoy se centrarán en investigar si parte de un esqueleto, localizado en posición lateral, pudiese pertenecer al represaliado
Dos investigadores de la ARMH, este lunes en Torés
photo_camera Dos investigadores de la ARMH, este lunes en Torés

La labor que durante toda la jornada de este lunes desarrollaron los investigadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) con el fin de dar con el cadáver de José García Espinosa, ‘O Pelegrín’, un represaliado de 26 años que fue abatido en septiembre de 1936 en montes de As Nogais y cuyo cuerpo fue enterrado al lado de la iglesia de Torés, se volvió muy complicada por los numerosos restos humanos que allí se encuentran.

La zona en donde se lleva a cabo la búsqueda es en el cementerio de la iglesia parroquial y en terreno de párvulos, donde se enterraba a los niños que aún estaban sin bautizar. Este hecho, junto con el que esta porción de tierra se ha removido en diferentes obras, hace que los investigadores encuentren muchos restos óseos esparcidos.

Entre todo el material analizado ayer, los arqueólogos destacan seis cuerpos que, por sus características, podrían corresponderse con la de O Pelegrín, "aunque una vez practicadas las pruebas biológicas se desestimaron", afirma el director de la excavación, René Pacheco.

DOS PIERNAS. Este investigador de la ARMH señaló, sin embargo, el hallazgo, a primera hora de la tarde, de restos óseos correspondientes a las piernas de un cuerpo, que por sus características podría encajar con la altura y edad de O Pelegrín cuando fue abatido. "Nos llamó la atención que era un cuerpo que estaba enterrado en posición lateral, como si fuese arrojado con prisa a una fosa", indica Pacheco, quien, sin embargo, se muestra todavía cauto. "Para saber si estos restos se corresponden al perfil biológico de O Pelegrín hay que encontrar el cráneo o el pubis, lo que todavía no hemos logrado". Buscar esas dos piezas, con el fin de poder analizarlas, es el principal objetivo que se ha marcado para hoy el equipo de arqueólogos e investigadores de la ARMH. "Estamos trabajando en una amplia zanja de 4x2 y debemos profundizar unos 60 centímetros más". Aunque, contarán con la ayuda de una máquina, "hay que ser muy cuidadoso para no dañar cualquier posible prueba".

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