El templo de Santo Estevo se resquebraja

El colectivo vecinal de O Saviñao detecta varias grietas en la iglesia románica y solicita la intervención urgente de la Xunta de Galicia
Grietas de las arquivoltas de la portada
photo_camera Grietas de las arquivoltas de la portada

Santo Estevo de Ribas de Miño, en el municipio de O Saviñao, es uno de los templos románicos más emblemáticos de la Ribeira Sacra. Su estado de conservación se consideraba aceptable después de varias reformas que se hicieron en la década de los años noventa. Sin embargo, una asociación acaba de dar la voz de alarma sobre varias grietas que aparecieron en el monumento.

El colectivo vecinal de O Saviñao envió un escrito a la Consellería de Cultura y adjuntó un reportaje fotográfico con el objetivo de que desde la Administración autonómica se ponga en marcha un protocolo de seguimiento y vigilancia de las grietas.

Las fisuras se localizan en distintos puntos del templo, como en la escalera de acceso al rosetón que corona la fachada de la iglesia, en la parte interna del ábside e incluso en las arquivoltas de la portada. Tanto el rosetón como la fachada son dos de los elementos que caracterizan y tienen especial valor en la construcción.

El colectivo, que entre sus objetivos tiene la protección del patrimonio del municipio, explica que tuvo conocimiento de «una posible afectación en la estructura del templo» a finales del verano y que en los últimos días se acudió a la iglesia para ver la situación.

Los denunciantes añaden que las grietas son de gran tamaño en tres puntos de la pared de la escalera de caracol que da acceso al rosetón. Estas no se encuentran selladas ni se aprecia, según el colectivo, ninguna señal que haga pensar que se está haciendo un seguimiento de las mismas.

Además, están las fisuras de menor tamaño de la zona interna del ábside y de la ventana lateral, así como las de las arquivoltas, que se aprecian a simple vista desde el exterior del monumento románico.

Santo Estevo de Ribas de Miño cuenta con la declaración de Monumento Nacional desde 1931, lo que años después le sirvió para ser considerado Bien de Interés Cultural (BIC).

Por estas figuras de protección, el colectivo vecinal opina que debe ser la Xunta de Galicia la que vigile las grietas del templo, evalúe los posibles daños estructurales y actúe en consecuencia.

MÁS CARENCIAS. El problema de las grietas es el más reciente y alarmante que afecta a Ribas de Miño, pero no el único. La historiadora Lucía Pereira alertó hace dos años del estado de conservación de las pinturas murales de la iglesia, que precisarían una rehabilitación urgente.

Este monumento se levantó en el último tercio del siglo XII, pero se cree que su origen fue un monasterio altomedieval ligado al de San Paio de Diomondi.

La iglesia está en pleno bosque, en una escarpada ladera que realza su envergadura, pero que también supuso un reto constructivo para la época. De un lado, hubo que excavar en la montaña para dejar altura suficiente para el ábside y, por otro, fue necesario construir una cripta bajo la fachada para contrarrestar la elevación del terreno en este punto.

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