El atropello en el párking de O Hórreo que no fue

Las cruzadas de Sestayo

La ferrolana está siempre en el ojo del huracán. Ahora, por la ruptura del pacto de gobierno de Ferrol, pero antes libró otras batallas sin importarle que fuese con compañeros de filas como Besteiro o Irisarri, con rivales o incluso con un vigilante del Parlamento gallego
Beatriz Sestayo (Ferrol, 1969)
photo_camera Beatriz Sestayo (Ferrol, 1969)

¿Qué tienen en común Vicente Irisarri, Jorge Suárez, Natividad González Laso, María Fernández Lemos, Rosa Méndez, Yolanda Díaz, José Ramón Gómez Besteiro —y su alargada sombra que hoy toma cuerpo bajo el nombre de Pilar Cancela— y un vigilante de seguridad del Parlamento gallego? Beatriz Sestayo. Y es que todos ellos, en algún momento de la última década, fueron la otra mitad de alguna escaramuza política coprotagonizada por la ferrolana.

Muchos son compañeros de filas en el PSOE; otros, rivales políticos; y también hay socios de gobierno. O exsocios, para ser exactos, como es el caso del actual regidor departamental, que ahora ve cómo Sestayo se ha pasado a la oposición tras la ruptura, el día después de las últimas elecciones autonómicas, del pacto que unía a Ferrol en Común y PSOE.

PRIMER BIPARTITO ROTO. Pero esta no era la primera vez que la siempre litigante abogada ferrolana —y orgullosa abuela de tan solo 47 años— era protagonista de una coalición rota en la ciudad departamental. También lo fue de la fraguada en 2007 entre los del puño y la rosa y la Izquierda Unida de Yolanda Díaz, entonces una desconocida más allá del puente de As Pías. Sestayo, que era diputada autonómica desde 2005 y en el Concello coordinaba el área de bienestar, tuvo con ella una tensa relación que contribuyó a resquebrajar aquel bipartito en un año.

El PSOE se quedó en minoría y una Sestayo al alza asumió una macroconcejalía que acabó dejando en 2010 para, según dijo, centrarse en su labor como diputada. En realidad, su marcha encerraba un conflicto latente, esta vez con el alcalde —y compañero— Irisarri.

EL ASCENSO. Aquella guerra cainita acabaría estallándole al PSOE antes de las municipales de 2011 con la confección de las listas como pretexto. Tras semanas de mar gruesa en el PSOE de la ciudad naval, los dos fueron invitados por la cúpula gallega a llegar a un consenso. Y llegaron. Sestayo no iría en la candidatura, pero sí muchos de sus afines, que no eran más que una avanzadilla de su toma de control de la ejecutiva local. Esta se produjo cuando Irisarri, tras dejarse la alcaldía en aquellas elecciones, dimitió al frente del PSOE ferrolano. Pero el ascenso de Sestayo no supuso, ni mucho menos, el fin de la división interna en una agrupación en permanente estado de erupción.

En el siempre convulso PSOE de Ferrol, que lidera tras su batalla con Irisarri, Sestayo tuvo que lidiar con varias dimisiones este año

A Natividad González Laso, a quien la flamante secretaria local había impulsado como portavoz del grupo municipal, la acabó expedientando a principios de 2014 bajo la acusación de no ser suficientemente dura con la gestión del popular Rey Varela. Aunque el expediente fue archivado, Laso acabó dimitiendo tras meses de tira y afloja cuando Sestayo se impuso en unas primarias a cara de perro entre las dos facciones del PSOE ferrolano para elegir el candidato de las municipales de 2015.

Esos comicios, precisamente, la catapultaron a la tenencia de alcaldía. Y a un nuevo desencuentro, ahora con la dirección del PSdeG por incumplir la norma de 'una persona, un cargo'.

PULSO CON BESTEIRO. Sestayo mantuvo un pulso con el entonces secretario general e intentó demorar su renuncia al acta de diputada alegando que su trabajo en O Hórreo no podía ser interrumpido, aunque acabó cediendo cuatro meses después de tomar posesión como edil. Pero ya nunca le perdonaría a Gómez Besteiro las formas que utilizó para presionarla. Lo demostró en cuanto pudo: cuando el lucense se vio cercado por las imputaciones del caso Garañón ella lo invitó veladamente a dimitir, como así acabaría ocurriendo.

Su ruptura con la gestora que dirige el PSdeG desde entonces es manifiesta. En las primarias para la Xunta apoyó a Méndez Romeu frente al oficialista Leiceaga, quien curiosamente fue el más votado en 'su' Ferrol, una nueva muestra de la división del PSOE departamental, donde en los últimos meses hubo varias dimisiones. En las últimas semanas, tras la caída de Pedro Sánchez, Sestayo también le ha lanzado varios dardos envenenados a Pilar Cancela.

LA CRISIS DE FERROL. Pero esa batalla de Sestayo casi ha pasado desapercibida al lado de la descomunal crisis de gobierno en Ferrol en la que su nombre vuelve a figurar en el reparto principal. Ahora, la exdiputada pretende elevar a la comisión del pacto antitransfuguismo el conflicto, donde dos concejalas socialistas, a las que amenaza con expulsar del partido, mantuvieron su apoyo a Ferrol en Común tras la salida del resto de compañeros del gobierno local. Los acontecimientos se precipitaron en plena campaña autonómica, cuando la teniente de alcalde trató de apartar a la edil de urbanismo, Marta Fernández Lemos, alegando pérdida de confianza en su gestión.

Y por si fuera poco, en medio de la crisis trascendió que, una vez fuera del gobierno local, se había puesto a trabajar para el vecino municipio de Ares, gobernado por una persona muy cercana a ella, el también socialista Julio Iglesias. ¿Cómo? La cooperativa de abogados de la que es socia, Nicolao Lex, se encarga de la asesoría jurídica del servicio municipal de atención a la mujer. Obviamente, no faltaron críticas a Sestayo. Otra vez. Aunque a ella, acostumbrada a estar permanentemente en el ojo del huracán, poco parece importarle.

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