El fiscal investiga la pelea en O Cantiño y también a quien la grabó

Analizará "si hay una intromisión ilícita de la intimidad" en la circulación del vídeo de la reyerta entre dos menores. Los ganadores de las pugnas son considerados como héroes en las redes y a uno le llaman incluso El Amo
La Policía se movilizó para impedir una pelea
photo_camera La Policía se movilizó para impedir una pelea

La Fiscalía de Lugo está investigando no solo la pelea registrada en la Praza de O Cantiño entre dos jóvenes y presenciada por decenas de chicos, sino también la grabación y difusión del vídeo de la reyerta. "Si se localiza al autor de la grabación también se investigará si hay una intromisión ilícita en el derecho a la intimidad", apuntó el fiscal jefe de Lugo, Roberto Brezmes.

El fiscal jefe considera que el caso es "preocupante", tanto por la pelea como por su difusión pública. "Es preocupante porque en el vídeo se advierte que los menores siguen cierta organización. Los chicos se lanzan patadas y puñetazos y eso, en un momento dado, puede tener consecuencias graves. Y también preocupa tanta difusión. Habría que impedirlo".

En este momento, se encuentra a la espera de que la Policía Nacional le remita el resultado de la investigación sobre la pelea para depurar responsabilidades y determinar la existencia o no de actuaciones delictivas. "El hecho de que se trate de menores no quiere decir que no exista delito. Si se concluye que hay un delito de lesiones, se actuará en consecuencia en el marco de la jurisdicción de Menores", recordó.

La Policía ya ha identificado a los dos menores que se enfrentaron en ese pelea, dos alumnos de diferentes centros educativos de la ciudad.

FEIJÓO. Por su parte, el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, hizo "un llamamiento" a "padres y familias" para que eviten que sus hijos participen en esas quedadas de jóvenes para participar en peleas y que "aún encima, se vanaglorien de ese tipo de conductas violentas" a través de internet. Calificó los hechos de "espectáculo lamentable" e insistió en que "las familias son clave para salvaguardar el comportamiento y la conducta de sus hijos" fuera de la jornada escolar.

Los jóvenes utilizan el whatsapp para quedar para pegarse, para ligar y también para compartir contenidos pornográficos 

Si bien para el mandatario "los padres tienen que ser contundentes" con este tipo de actuaciones de sus hijos, también ha señalado que, al ocurrir en lugares públicos, los cuerpos y fuerzas de seguridad deben "activar todos los mecanismos de denuncia" y admitió que en esos jóvenes se aprecia "un problema educativo evidente".

GRUPOS DE WHATSAPP. La pelea grabada en O Cantiño fue convocada a través de varios grupos de whastapp, en los que posteriormente se compartió el vídeo. "Están obsesionados con crear grupos. Cada vez que enciendo el teléfono hay tres o cuatro nuevos. Lo abandonas y te vuelven a agregar", explica la madre de un chico de 12 años que controla el uso que este hace del móvil. Los grupos son cuanto más multitudinarios, mejor. Pueden nacer por iniciativa de uno solo, que invita a sus contactos y asume que estos a los suyos. Se marcan objetivos como el de incluir a cien personas y, cuando se consigue, las conversaciones son erráticas y con tendencia al enfrentamiento.

"Hablan de todo y todos a la vez, en un minuto entran diez mensajes, sin un tema concreto: de fútbol, critican a un profesor, comparten vídeos... Es fácil que dos se empiecen a insultar por cualquier tontería, porque a uno le guste un grupo y a otro, otro. Encienden enseguida y ya se retan a quedar para pegarse", señala. Muchas veces los participantes ni se conocen en persona. Otras veces se agrega expresamente a alguien que cae mal y se le azuza para que responda y acceda a pelear.

Una vez hecha la cita, todo el grupo sabe el día y la hora. A su vez, la convocatoria se difunde por otros grupos de whatsapp e incluso por mensaje directo de otras redes como Instagram. Los lugares de encuentro suelen ser dos: O Cantiño y el parque de Rosalía de Castro. "Los padres sabemos que hay esos dos puntos conflictivos en Lugo desde antes del verano", dice. En otras ocasiones los chavales quedaban para pegarse en otros puntos como As Termas.

El jardín de O Cantiño y el parque de Rosalía de Castro son los escenarios habituales de estas convocatorias de peleas

Las peleas entre adolescentes llevan en realidad produciéndose toda la vida, pero ahora tienen la particularidad de la difusión en las redes, que las magnífica. Además y frente a lo que solía ocurrir antes, cuando eran más desorganizadas, ahora tienen unas normas que están libremente inspiradas en el boxeo. No están permitidos los golpes bajos. Hay un círculo, como un ring, al que el público no puede acceder. Hay un árbitro que separa a las dos personas e impide que uno pegue al otro si se ha caído, por ejemplo. Hay incluso una especie de ‘entrenadores ‘, que orientan a los participantes sobre cómo deben pegar, cuáles son los puntos flacos del otro. En ocasiones alguno de los participantes pide un descanso para poder consultar con su ‘entrenador’. La pelea suele acabar "cuando llega la Policía o cuando alguien le rompe algo al otro", explica un joven.

El considerado ganador y sus amigos son recompensados con prestigio social, con popularidad. "Los tratan como a héroes. Ahora a uno de los chicos que participó en la pelea, después de haber salido en todos los telediarios, lo llaman El Amo", explica esta madre. Efectivamente, también en otras redes, como Ask (donde los chavales pueden preguntar lo que quieran a sus usuarios) hay expresiones de admiración hacia el joven, reconociendo que "se está haciendo famoso". Paralelamente, hay opiniones discordantes. "La gente dice vaya puto amo pero cuando seamos mayores no va a tener futuro y va a ser un pringado", dice uno de los usuarios de esa red social.

Las peleas son mayoritariamente masculinas, aunque evidentemente en los grupos de whatsapp hay chicos y chicas. Unos y otras ligan por esa y otras redes, aparentemente saltándose pasos, pasando del saludo a "preguntar directamente si quedan para morrear". Esas cuestiones siempre se preguntan por mensaje privado.

Aunque los grupos son muy desorganizados, de vez en cuando sí se usan para objetivos concretos, como el de la pelea o para compartir porno. Por ejemplo, se da el caso de estudiantes de primero de Eso que cuando se hacen con un nuevo comic de Hentai (manga japonés de contenido pornográfico) lo comunican a través de whatsapp para quedar y compartirlo después. Las andanzas que se cuentan en el ejemplar son después comentadas en el mismo grupo.

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