Un radar de la Guardia Civil de Tráfico detectó hace un par de semanas un vehículo que rozaba los 200 kilómetros por hora en un tramo de la autovía A-54 —que une Lugo con Santiago— dentro del municipio lucense. El conductor fue identificado y los agentes le comunicaron este viernes que había sido imputado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.
El hombre viajaba al volante de un Seat León el pasado 26 de octubre y un radar lo cazó circulando a 191 kilómetros por hora a la altura del punto kilométrico 12,100 de la A-54. El conductor prácticamente duplicaba la velocidad legalmente permitida, ya que el límite en ese punto es de 100 kilómetros por hora.
Tal y como señalaron desde el Subsector de Tráfico de Lugo, en un primer momento no fue posible identificar al conductor, pero el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) abrió una investigación y localizó al conductor del vehículo. El presunto infractor en un hombre de 37 años de edad, vecino del municipio de Chantada.
El hombre circulaba a 191 kilómetros por hora, por lo que fue imputado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial
Los investigadores tramitaron las diligencias y ya las remitieron al juzgado de guardia de la capital lucense.
LEGISLACIÓN. Este conductor fue imputado por un delito contra la seguridad vial, ya que superaba en más de 80 kilómetros en vía interurbana la velocidad permitida reglamentariamente. Hasta 180 por hora en el tramo en el que fue cazado por el radar, la infracción se habría tramitado por la vía administrativa y no por la vía penal, lo que implicaría una multa de entre 100 y 600 euros, así como la retirada de hasta seis puntos del permiso de conducir.
Sin embargo, al ser ya tipificado como delito, el hombre se enfrenta a una pena de prisión de tres a seis meses, una multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, el juez puede imponerle la privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores por un periodo de entre uno y cuatro años.
Dos semanas antes de esta infracción, la Guardia Civil ya detectó a otra conductora que duplicaba el límite de velocidad. La mujer, una lucense de 24 años de edad que circulaba en un Opel Vectra, fue cazada a 152 por hora en un tramo de la Nacional VI que está limitado a 60. La joven también fue imputado como presunta autora de un delito contra la seguridad vial.
