Séptimo ataque de los lobos este año en una aldea de Cervantes

El último ataque "se produjo a escasos 100 metros de las viviendas del pueblo" y se saldó con la "pérdida de un becerro", a pesar de que "había un rebaño de unas treinta madres"

Las explotaciones de la aldea de Moreira, en la parroquia de Donís, que pertenece al municipio lucense de Cervantes, acaban de sufrir el séptimo ataque de los lobos en lo que llevamos de año y esta vez, según informó el sindicato Unións Agrarias (UU.AA), a "escasos cien metros de las casas".

El sindicato explica que en esos ataques han muerto cinco animales y otros dos han resultados heridos, por lo que "es obvio que existe en las inmediaciones del Lugar de Moreira una manada de lobos muy habituada a alimentarse de ganado doméstico" y a cazar "sin importarle la presencia humana".

Desde su punto de vista, esta situación requiere de "una respuesta adecuada por parte de la Consellería de Medio Ambiente", habida cuenta de que en el pueblo "hay seis explotaciones que aprovechaban los pastos comunales durante la mayor parte del año con su ganado".

"Con los rebaños de ganado siempre hay mastines, pero aún así, en lo que va 2016 ya sufrieron siete ataques de los lobos, con la pérdida de cinco becerros y dos heridos", aclaró el responsable de UU.AA en Os Ancares, Iván Raposo.

El último ataque, observa el sindicato, "se produjo a escasos 100 metros de las viviendas del pueblo" y se saldó con la "pérdida de un becerro", a pesar de que "había un rebaño de unas treinta madres", protegido "por dos perros mastín" en el mismo lugar.

Para Unións Agrarias, la Xunta de Galicia debería activar "un protocolo de identificación de la manada responsable, su ubicación y articular medidas de control", que pasan por la "caza de los ejemplares más conflictivos".

Destaca que, aunque ahora se habla del problema "concreto" de esta aldea, en toda la parroquia de Donís y "en casi todo el territorio de Cervantes y Navia de Suarna" se registran "ataques identificados", así como la desaparición de animales "de los que no se encuentran restos".

El sindicato también reclama "agilidad" en el pago de ayudas a los afectados, de modo que no pasen más de tres meses entre el ataque y el cobro de la indemnización.

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