Acuerdo para proteger espacios peatonales

Los radares fijos de Lugo captaron 2.269 excesos de velocidad este año

Un coche fue registrado circulando a 126 kilómetros por hora en la Avenida Infanta Elena ► El fotorrojo supera las 1.600 infracciones anuales y el PP se queda solo en su afán de retirarlo
El fotorrojo está instalado en la Ronda da Muralla a la altura de la gasolinera
photo_camera El fotorrojo está instalado en la Ronda da Muralla a la altura de la gasolinera

Los tres radares fijos que hay en la ciudad de Lugo —dos en la Ronda da Muralla y otro que se alterna entre la Avenida Infanta Elena y la Avenida de Madrid— detectaron en lo que va de año 2.269 excesos de velocidad. En las tres vías, el límite es de 50 kilómetros por hora, pero en la Avenida Infanta Elena, el aparato llegó a registrar un coche a 126 kilómetros por hora. Su conductor recibió una multa de 600 euros y perdió seis puntos del carné de conducir.

Los datos evidencian el gran número de infracciones de circulación que se cometen en algunas vías de la ciudad, aun existiendo medidas de control que conllevan sanciones coercitivas, y el riesgo que conllevan. La Ronda da Muralla es un ejemplo. Algunos meses soporta una media de más de 10.000 vehículos al día y, además de dos radares, dispone de un semáforo con cámara que fotografía al año más de mil coches pasando el disco en rojo. En 2014, la Policía Local realizó 1.205 denuncias de fotorrojo y, el año pasado, a 28 de noviembre ya iban 1.602. El Concello no aportó la cifra de 2016.

Sin embargo, el grupo municipal del PP cree que, lejos de contribuir a mejorar la seguridad, el fotorrojo provoca situaciones de riesgo, porque hay conductores que frenan de forma brusca cuando el semáforo está en ámbar, y que es fundamentalmente un instrumento recaudatorio. Con esta tesis llevó una propuesta al pleno de este jueves para que se retirara el aparato, pero se encontró con el rechazo frontal tanto del gobierno como del resto de la oposición.

El portavoz popular, Jaime Castiñeira, explicó que el PP sí es partidario de algunas medidas de control, como los radares que hace años reclamó para la Ronda, pero rechaza "unha cidade vixiada", dijo, en alusión también al anuncio del gobierno de que prevé solicitar la instalación de cámaras en algunos espacios públicos para prevenir vandalismo. "Prefiro confiar na xente", afirmó. Asimismo, ironizó con que habría que poner un fotorrojo en cada semáforo.

El resto de la corporación recordó los graves accidentes que hubo en la Ronda hace años, algunos con fallecidos, y el circuito que era esta vía. "O que se necesita nesta cidade é tolerancia cero contra os infractores de tráfico", afirmó el portavoz de Ace-EU, Carlos Portomeñe, quien, al igual que otros grupos, denunció que el control de tráfico por parte de la Policía Local es "practicamente inexistente". Jesús Expósito, de Ciudadanos, señaló al PP la contradicción de que para la A-8 en O Fiouco el Gobierno central sí vea acertado un fotorrojo.

Rubén Arroxo, del BNG, y Santiago Fernández Rocha, de Lugonovo, acusaron al PP de "populismo". Roxo recordó que la zona del fotorrojo es históricamente "un punto negro" y que lo lógico sería solicitar más cámaras de este tipo allí donde existe riesgo, en vez de pedir la retirada de las que hay. Rocha recordó que el gobierno local examinó la legalidad del mecanismo, que hace un año fue puesta en duda a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo. Por parte del gobierno, Manuel Núñez incidió en este argumento, a pesar de que existen sentencias contradictorias, y dijo que, hace algunos años, Castiñeira no se hubiera atrevido a hacer esta propuesta.


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