Otro implicado

El médico de '‘Los últimos de Filipinas'’ era de la familia Vigil de Quiñones, afincada en Ribadeo

Era antepasado del registrador de la propiedad Diego Vigil de Quiñones, que dice que en la documentación familiar se ve que fue un hombre muy recto y marcado por el sentido del deber
Destacamento de 'Los últimos de Filipinas’', con Rogelio Vigil de Quiñones destacado
photo_camera Destacamento de 'Los últimos de Filipinas’', con Rogelio Vigil de Quiñones destacado

Todavía está en cartelera la película ‘1898. Los últimos de Filipinas’. Relata uno de los episodios más estrambóticos de la historia de España en el que un destacamento de militares quedó durante más de un año defendiendo un bastión en la isla del Pacífico creyendo que todavía era territorio español. Estuvieron un año metidos en una iglesia sin querer creerse la realidad y abandonados por el desgobierno de la España de la época que vivía con intensidad el ahora conocido como ‘El desastre del 98’. Los 33 supervivientes de aquel episodio tan chusco lo pudieron contar gracias a un médico con familia de origen ribadense y que todavía vive en la localidad: los Vigil de Quiñones. Se trataba en concreto de Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro.

Ya con anterioridad a la película conocía la historia su descendiente Diego Vigil de Quiñones Otero, que debutó como registrador de la propiedad en la propia villa ribadense y ahora tiene su plaza en Zaragoza. Diego Vigil de Quiñones cuenta que "nos extrañaba esa parte de la historia familiar porque siempre estuvimos vinculados a Asturias y a esta zona, pero en aquel entonces hubo cuatro generaciones que se dedicaron al Ejército y se fueron destinados a Andalucía". Desde allí fue desde donde partió el hermano de su bisabuelo, Rogelio, que ejercía como médico militar en Sevilla.

En relación a la historia familia, el actual registrador de la propiedad cuenta que "fueron él y sus hermanos los que dividieron las inclinaciones laborales de la familia. Entonces dos se dedicaron a la medicina y otros dos se dedicaron al Derecho". De él dice que era un hombre muy marcado por sentido del deber, como se aprecia en la película "para la que consultaron a nuestra familia", como lo fue su padre "del que nos contaron que cuando mi bisabuelo le dijo que se había sacado una notaría en Madrid, que en aquella época era algo importantísimo, lo que le respondió fue: ‘Solo cumpliste con tu deber’. Era gente muy recta".

Precisamente eso se aprecia en parte en la película, en un episodio en que el médico es testigo de dos ejecuciones de soldados españoles por parte del responsable del destacamento, Martín Cerezo (encarnado por Luis Tosar). Luego este pide a Vigil de Quiñones que en su informe escriba que murieron de muerte natural, a lo que el médico se niega diciendo: "Pondrá lo que ha sucedido. Es mi obligación".

El joven ribadense cuenta que este episodio lo conocen bien en su familia "y sabemos que el viaje de vuelta a España fue muy tenso. Estaban muy enfrentados y vi una foto de una cena en Barcelona en que firmaron la paz con un brindis, pero hasta entonces tuvieron un enfrentamiento muy serio por ese episodio".

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