Un lucense finge lesiones graves tras un accidente en Cospeito y lo pilla un detective cargando sacos

El hombre alegó que no podía conducir ni coger pesos a raíz de un siniestro de tráfico, así que dejó de trabajar y exigió una indemnización. La aseguradora detectó el fraude y lo condenaron a 9 meses
La Audiencia Provincial de Lugo acogió el juicio contra el hombre
photo_camera La Audiencia Provincial de Lugo acogió el juicio contra el hombre

Fingió que había sufrido lesiones graves a raíz de un accidente de tráfico y reclamó una indemnización, pero la versión y la actitud del herido levantaron las sospechas de la compañía aseguradora, por lo que contrató los servicios de una empresa de detectives y consiguió demostrar que el hombre mentía.

El caso acabó en la Audiencia Provincial de Lugo y el acusado, con iniciales U.Y.C., fue condenado a nueve meses de cárcel y 1.260 euros de multa como autor de un delito de falso testimonio. 

Tal y como se recoge en la sentencia, el acusado -vecino de la capital lucense- declaró en calidad de denunciante en un juicio de faltas que se celebró en el juzgado de instrucción número 3 de Lugo como consecuencia de un accidente de circulación. El hombre resultó herido en una colisión frontolateral entre dos turismos que se registró el 28 de enero de 2012 en el municipio de Cospeito.

En la vista, el accidentado manifestó que el siniestro le había dejado secuelas importantes, por lo que ya no era capaz de cargar pesos. Dijo también que no podía conducir y que tenía que recurrir a un amigo para lo que lo llevara a las consultas médicas. El hombre explicó que a raíz de estas limitaciones había tenido que dejar de trabajar, por lo que reclamaba una indemnización.

La compañía aseguradora desconfió del hombre y contrató los servicios de una empresa de investigación, que realizó un seguimiento y sorprendió al acusado conduciendo su turismo un mes después del choque, el 28 de febrero. Además, tal y como explicó el detective que lo fotografió, el hombre realizó en esas fechas descargas de cajas y sacos "de cierta envergadura", lo que demostraba claramente que "no se encontraba impedido".

Tras destaparse el fraude, el fiscal lo acusó de un delito de falso testimonio y pidió para él diez meses de cárcel y 1.500 euros de multa. La acusación particular, ejercida por la aseguradora, lo acusaba también de estafa procesal y pedía dos años de cárcel.

El hombre negó los hechos en el juicio y dijo que las fotos realizadas por el detective no podían ser de esa fecha, pero el Tribunal provincial cree que las pruebas contra él son "contundentes" e "incontrovertibles".

La Sala argumenta que "faltó a la verdad en su declaración, pero no urdió ni maquinó todo un procedimiento, sino que, sobre una base de verdad, magnificó las consecuencias de sus lesiones". De este modo, considera que es autor de un delito de falso testimonio, pero no de estafa procesal, tal y como pretendía la compañía.

Comentarios