El sindicato Unións Agrarias (UU AA) sospecha que el perro que resultó muerto por los disparos de los cazadores, que el pasado fin de semana participaban en una batida autorizada por la Xunta contra los lobos, pudiera pertenecer a una manada salvaje o, incluso, que fuese un ejemplar híbrido entre ambas especies.
Jacobo Feijoo, secretario de desarrollo rural de este sindicato agrario, insta a la Xunta a investigar «a fondo» este caso, ya que, según asegura, si se diese el caso de que en la zona hubiese perros salvajes o híbridos, «as solucións que habería que buscar aos ataques recurrentes que sofren as gandeirías da zona son diferentes a que si unicamente son lobos».
La sospecha de que este perro pudiese ser un animal asilvestrado se basa en su propio aspecto, «parecido ao dun lobo» y porque se trata de un animal que «ninguén reclamou na zona e non tiña chip nin ningún tipo de correa».
Jacobo Feijoo también defiende que no hay que «criminalizar» este tipo de batidas, porque se tratan de autorizaciones «moi puntuais» que se hacen sobre manadas «especialmente problemáticas».
«Somos conscientes da necesidade de protección que ten que ter o lobo como especie, pero tamén hai que ter mecanismos que axuden os gandeiros que sofren importantes perdas económicas polos sucesivos ataques ás súas explotacións», afirma Feijoo.
Adega. Esta batida de lobos en Friol tuvo un importante eco en redes sociales. La organización ecologista Adega la tildó de «chapuza», denunció que en ella se matara un perro y dijo que la cacería había derivado en una «verbena», en la que incluso participaron «menores de idade».
