Precios

Las hortalizas se encarecen por el frío y las berenjenas y el calabacín doblan el precio

La paulatina recuperación de las producciones tardará varias semanas en notarse en el bolsillo de los consumidores
Puesto de verduras y hortalizas
photo_camera Puesto de verduras y hortalizas

Casi prohibitivos. Así siguen los precios de algunas hortalizas y verduras para los consumidores desde que a inicios de año la ola de frío que azotó el sureste español y buena parte de Europa congeló literalmente muchas plantaciones hasta dejarlas inservibles y retrasó el crecimiento de otros cultivos. La consecuencia: una caída de la producción que encareció alimentos frecuentes en la cesta de la compra. Las subidas más llamativas son las que pegaron la berenjena y el calabacín.

El kilo de la primera hortaliza, una de las más consumidas, cerró enero con un precio medio de 3,55 euros en los supermercados, el doble que un año antes según el índice mensual de precios en origen y destino que publica la organización agraria Coag. Las familias también tienen que pagar dos veces más por un kilo de calabacín, que pasó de costar 1,73 euros en enero de 2016 a 3,63. Esos son los precios medios del mes, pero se llegaron a pedir incluso cinco euros por ambas hortalizas, que solo con respecto a diciembre se encarecieron 1,1 y 1,5 euros el kilo, respectivamente.

Para hacerse una idea del impacto sobre el bolsillo del consumidor, si vamos al mercado y cogemos dos kilos de tomates, otros tantos de berenjenas y calabacín, uno de acelgas y otro de alcachofas nos dejaremos con los precios recogidos por Coag 23,8 euros al pasar por caja, casi ocho más que hace un año. Con ese dinero nos podríamos llevar a casa dos kilos de carne de cerdo o tres de pollo.

De los alimentos incluidos en ese cesta, las fuertes heladas también encarecieron, aunque en menor medida, las alcachofas —el kilo pasó de 2,57 euros a 3,12— y la acelga, que se vendió en enero a dos euros, 20 céntimos más. Otros productos que subieron de forma suave fueron el brócoli, la coliflor, el pepino y el pimiento, en tanto que las cebollas, la lechuga o las zanahorias apenas aumentaron su precio. Y el repollo o los champiñones incluso se abarataron ligeramente. La razón es que hay productos más sensibles que otros a condiciones meteorológicas adversas con las que empezaron el año en las tres principales zonas de producción hortícola de España: Andalucía, Valencia y Murcia.

Aunque el tiempo volvió a la normalidad en esas comunidades hace más de dos semanas, los precios en los puntos de venta no han regresado a los niveles previos a la ola de frío. El motivo es que las producciones tardarán un tiempo en recuperarse para poder hacer frente a la escasez de oferta en los mercados. Muchos cultivos al aire libre hay que volver a plantarlos y en las hortalizas de invernadero necesitarán varias semanas para retomar el crecimiento.

Sin embargo, Coag y Upa denuncian que los precios que reciben los agricultores sí han bajado y de forma considerable. Según sus datos, mientras la berenjena subió un 17% para el consumidor en la última semana de enero, la cotización en origen cayó un 35%. La bajada en el caso del calabacín fue del 62%, frente al alza de 14 puntos en los lineales. Los sindicatos defienden que no son los productores los que se están "forrando" con las hortalizas más caras y apuntan a la distribución.

FRUTA. Algunas frutas sufrieron las bajas temperaturas, pero en menor medida. Cítricos como las mandarinas y naranjas subieron en el súper, pero entre 3 y 10 céntimos el kilo. La fruta tiene campañas de cosecha más concretas y mayor capacidad de almacenaje.

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