¿Quién fue Óscar Nevado Bouza?

Hace unas semanas el gobierno municipal de Vilalba acordó retirar del callejero a un auténtico desconocido, un militar nacido en Cartagena que participó en el levantamiento golpista en el 36 en A Coruña. Se trataba de una petición reiterada por parte de la oposición, que ha caído de manera desigual entre los vecinos
Óscar Nevado Bouza (segundo por la izquierda), en un homenaje a Gabriel Pita da Veiga
photo_camera Óscar Nevado Bouza (segundo por la izquierda), en un homenaje a Gabriel Pita da Veiga

El Incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, aprobada allá por el año 2007, ha sido motivo de debate a lo largo de los últimos años en la capital chairega. La oposición ha solicitado en reiteradas ocasiones que se eliminase del callejero al militar golpista Óscar Nevado Bouza. Y por fin, el Partido Popular, y diez años después de la aprobación de la ley, ha tomado la determinación de hacerlo.

Si no lo hizo antes fue por puro desconocimiento, porque ha quedado más que probado que Nevado Bouza es un auténtico desconocido para muchos, tal y como lo reconoció el propio alcalde de Vilalba, Agustín Baamonde, quien precisó que en 1992, cuando se eliminaron del callejero todas las referencias franquistas -Avenida del Generalísimo, Primo de Rivera, Alcázar de Toledo...-, "este colóusenos ao goberno, á oposición e mesmo á opinión pública".

Uno de los pocos datos que se conocen de este teniente coronel, nacido en Cartagena, es que participó en el levantamiento golpista en la ciudad de A Coruña, el 20 de julio de 1936, junto a otros oficiales.

Como ‘recompensa’ a sus méritos, recibió en marzo del 1937 el mando del Regimiento Zamora nº29, con la habilitación de coronel. En esta unidad, integrada en el cuerpo del ejército de Galicia, intervino en casi todas las operaciones clave a lo largo de los tres años que duró el conflicto, donde fallecieron muchos de sus integrantes.

Con el fin de la Guerra Civil, Nevado Bouza, que nunca se casó y no tuvo hijos, también fue nombrado académico no numerario de la Real Academia Galega, y publicó varios libros como ‘La trágica farsa del paraíso soviético y la terrible realidad de su imperialismo militar’ o el poemario ‘Estados de Alma’ -con anterioridad había escrito ‘A mis reclutas’ y ‘Literatura militar’, además de haber colaborado en otras obras conjuntas-.

No resulta fácil determinar en qué momento de la historia y por qué motivo alguien decidió concederle el honor de que una calle de la capital chairega llevase su nombre, cuando la única vinculación de Nevado Bouza con Vilalba era estrictamente familiar.

"Pode haber máis de 40 anos que se lle puxo, non sabemos con exactitude cando foi, nin por que", asegura Baamonde, confirmando que los vecinos de la calle tampoco manejan ese dato, aunque creen que pudo coincidir con la inauguración de la misma, a principios de los 60.

El único familiar de Óscar Nevado Bouza que reside en Vilalba, el sobrino-nieto José Luis Mosquera Bouza, tampoco logra recordar en qué fecha se le concedió a su tío, ya fallecido en ese momento, el nombre de esta polémica calle, conocida hasta entonces como O Lameirón, pero sí es capaz de rememorar algunos detalles de él.

"Lo conocían como Sobaco Ilustrado, porque siempre llevaba un libro debajo del brazo", asegura Mosquera, una historia que forma parte de la rumorología popular coruñesa, en la que también se decía que el ejemplar estaba hueco y que en su interior portaba un espejo y un peine.

Anécdotas aparte, lo que sí confirma sin género de dudas su sobrino-nieto es que el militar solía visitar a su familia en Vilalba "cada año, aunque lo hacía de paso, y sobre todo en el verano. Como mucho se quedaba unos días". "Lo recuerdo como una persona muy cariñosa con nosotros. Siempre que venía iba a comprarnos algún juguete a un comercio que había cerca de la casa de mi familia", explica, mientras confirma que no era un hombre "muy bien visto", ni en A Coruña ni en Vilalba.

"Malo no era, pero hay leyendas sobre él. Cuentan que en una ocasión en el Casino de A Coruña -negocio que dirigió- pasó un grupo de soldados y uno de ellos no le saludó y le llamó la atención", relata, al tiempo que cuenta otra anécdota, esta positiva. "También decían que cuando se inició la guerra habían detenido a una autoridad de A Coruña, no recuerdo si era el alcalde, y gracias a él pudo ver a su familia, algo que los otros militares no le permitían", relata este hombre, que apenas cuenta con recuerdos u objetos de Nevado Bouza, salvo los muebles de su habitación, "que nos los regaló mi abuela a mi mujer y a mí cuando nos casamos hace ya 60 años".

La modificación del nombre de esta calle, que pasará a denominarse Rúa da Emigración, "un nome de concordia", tal y como lo definió el alcalde, no ha sentado del todo bien a un sector de los vecinos.

"Eu teño moita familia fóra e isto é un problema", aseguró una de las residentes de la calle a la puerta de su casa, mientras otro replicaba: "Din que foi militar, e a min que me importa. Non haberá cousas máis importantes?"

Su sobrino-nieto, en cambio, es mucho más comedido y explica que cree que en 1992 no se modificó "porque quedaba mucha familia", y que ahora, aunque no le gusta, lo entiende.

Hay opiniones para todos los gustos, ya que algunos de los negocios asentados en la calle defienden que lo prioritario es que se cumpla la ley, independientemente de lo que esto conlleve.

Como con todo, la polémica, tras la aprobación del cambio, vuelve a estar servida. Y eso sin revisar el callejero, porque hay quien dice que se mantiene algún nombre al borde de la ley. ¿Habrá algún desconocido más que dé nombre a una calle vilalbesa?

Comentarios