El LFB (Servicio de Bomberos de Londres) ha puesto en marcha la campaña Fifty Shades of Red tras detectar un sensible incremento de llamadas a urgencias relacionadas con el mal uso de juguetes sexuales como cuerdas, esposas, anillos para el pene o vendajes. Aseguran que la aparición de la saga de Grey en 2011 marcó el inicio de la escalada de este tipo de sucesos y la aparición de sus versiones fímicas ha alimentado más todavía las fantasías de los londinienses.
Se trata de un asunto muy serio para el cuerpo debido a que cada una de estas actuaciones tienen un coste medio para los ciudadanos de 382 euros y en 12 meses han llegado a atender hasta 472 incidentes. Por poner un ejemplo, en 2013 el LFB atendió a 293 hombres adultos que tenían atrapado el pene en anillos, una cifra muy por encima de un accidente común -y comprensible- como fueron los casos de los 14 niños que tuvieron que ser liberados por tener la cabeza atrapada en una balcón o un váter. En el caso de algunos de los citados adultos tuvieron que emplearse zizallas hidráulicas o radiales para liberar el miembro de los afectados. Otro de los casos más comunes son las parejas que se esposan el uno al otro pero dejan las llaves lejos de su radio de acción, por lo que acaban liberándolos los servicios de emergencias.
"Me gustaría recordar a todo el mundo que el 999 es un número de emergencias y solo debería usarse para eso", sentenciaba el oficial Dave Brown en la presentación de la campaña. "Si el anillo no cabe, no lo fuerce. Además de ser doloroso, puede acabar haciendo que el servicio de emergencias pierda el tiempo", añadía Brown al hablar del incidente estrella en la ciudad. Las directrices del LFB se pueden resumir en tres puntos esenciales, tal y como apunta el propio cuerpo:
1. Hay que tener sentido común. Si no parece seguro, probablemente no lo sea. ¡No lo hagas!
2. Si usas esposas, manten las llaves siempre al alcance
3. Los dedos y los enchufes no se llevan bien
