Los criterios establecidos para el reparto de los 20 millones de euros con los que está dotado el plan único de ayudas de la Diputación de Lugo entre los 67 ayuntamientos de la provincia supondrán que el municipio que menos dinero recibirá de la entidad provincial para este ejercicio dispondrá de cerca de 189.000 euros para inversiones. Diez millones de euros de este plan se repartirán según unos criterios fijos, que establecen que ningún municipio pueda recibir menos de 150.000 euros ni más de 500.000. Los otros diez millones se distribuirán según una fórmula matemática de proporcionalidad, en función a distintas variables como el número de habitantes (40%), los núcleos de población (25%), superficie total del municipio (20%) e índice de envejecimiento (15%).
Una vez aplicadas todas estas variables, el ayuntamiento que menos fondos recibiría es el de Negueira de Muñiz, el menos poblado de la provincia, pero aún así se asegura un fijo de 188.788 euros. Por otro lado, solo cinco municipios, los de Lugo, Monforte, Sarria, Vilalba y Viveiro llegan al máximo establecido de 500.000 euros.
El presidente de la Diputación asegura que con esta fórmula se busca "favorecer ao rural", al ser los ayuntamientos pequeños los que tienen una mayor dificultad a la hora de poder ejecutar inversiones o poner en marcha determinados servicios para sus vecinos. Este plan constituye un pilar fundamental en la propuesta de presupuesto que este martes llevó a pleno el gobierno de la Diputación para su aprobación. Desde el principio de las negociaciones, tanto el Partido Popular como el BNG condicionaron su apoyo a la puesta en marcha de este programa único de ayudas.
Aunque la propuesta de presupuesto elaborada por el gobierno socialista en minoría recoge en su memoria estos 20 millones reservados para el plan único, lo cierto es que en el desglose no se detallan ni las partidas ni los criterios de reparto, lo que provocó una enmienda de los nacionalistas para asegurar su puesta en marcha. En ella se establece que "non se poderá destinar ningún recurso da Deputación a outro proxecto ata que este plan único estea totalmente financiado e en execución" y además fija un mes de plazo para presentar al pleno las bases que regirán el reparto de estos fondos.
Al aceptar esta enmienda, el presidente Darío Campos prácticamente se asegura el apoyo unánime de la oposición a los presupuestos, lo que constituiría un hecho inédito para los gobiernos que han estado al frente de esta institución al menos en las dos últimas décadas. Una vez que aprobados los presupuestos provinciales, la corporación deberá aprobar en el pleno ordinario de este mes de marzo los criterios de reparto del plan único y la cuantía que corresponde a cada municipio, con la finalidad de que en el pleno de abril se dé luz verde a la modificación presupuestaria necesaria en función al remanente y, a partir de ahí, los ayuntamientos ya dispondrán del dinero necesario para poder realizar sus inversiones.
INVERSIONES. Los diferentes gobiernos locales tendrán autonomía para realizar el reparto de esta dotación económica, en función de las necesidades de cada municipio en apartados como el fomento de empleo, los servicios sociales, la igualdad, la promoción cultural, el fomento del deporte, la eficiencia energética, la promoción turística o el plan de obras y servicios, entre otros.
Para el portavoz del grupo provincial del BNG, Xosé Ferreiro, el plan único de ayudas de la Diputación supone la entrada en una nueva etapa, "na que se abandonan os criterios de amiguismo e de mesma cor política á hora de repartir os fondos, por valoracións obxetivas de acordo ao que sempre defendeu o BNG".
