Cuenta atrás para que la cárcel de Lugo reabra

El edificio, reconvertido en centro cultural, se estrenará este mes y este miércoles fue mostrado a los miembros del consejo municipal de cultura
El patio interior, con las antiguas celdas
photo_camera El patio interior, con las antiguas celdas

Era el proyecto estrella y resultó la obra más polémica del plan Urban, que en el año 2013 dotó a Lugo de 8 millones de la Unión Europea, pero la cárcel del antiguo partido judicial de Lugo está prácticamente lista para volver a abrir, ahora como centro cultural. De hecho, debe hacerlo antes de que acabe el mes o el Concello podría perder los fondos europeos (aproximadamente 4 millones de euros) que invirtió en la rehabilitación del edificio. 

La antigua prisión fue mostrada este miércoles a los integrantes del consejo municipal de cultura, del que forman parte partidos políticos y asociaciones, y en general la impresión general que se llevaron no pudo ser mejor. Incluso la oposición más crítica reconoció el resultado de la rehabilitación, aunque el PP volvió a mostrar su desacuerdo por cómo se gestionó esta obra, que sufrió parones y encarecimientos que están siendo asumidos con fondos municipales, denunció la concejala Isabel Devesa. 

La antigua prisión conserva algunos espacios originales, como las celdas semicirculares de los hombres e incluso las puertas metálicas, con el pequeño hueco en el centro que permitía ver al recluso desde fuera. La madera tiene un papel destacado en todo el edificio, aunque no se han podido conservar algunos elementos que en un principio se pensaba que estaban en bastante buen estado. 

El proyecto de rehabilitación de la cárcel fue realizado por el estudio Creus&Carrasco

El acabado y las vistas de la cafetería habilitada en la parte superior y delantera del edificio es una de las partes que más llama la atención, tanto por el espacio en sí como por las vistas que ofrece, un primer plano de la muralla. Fue una intervención polémica –en su día, el PP llegó a cuestionar su legalidad–, al igual que el adoquín que se colocó en el patio interior que rodea el edificio y en la calle Soto Freire, entre la cárcel y la estación de autobuses. 

El resultado estético es bueno, pero los adoquines dificultan mucho la movilidad de personas que tienen algún tipo de discapacidad física. De hecho, el Concello está invirtiendo dinero en retirarlos de algunas calles y plazas. A última hora se decidió dejar una franja lisa en Soto Freire. En cambio, el patio interior solo lleva adoquín y hay que recordar que la idea era que ese espacio funcionaria como una especie de plaza pública por el día. El proyecto de rehabilitación de la cárcel fue realizado por el estudio coruñés Creus&Carrasco. 

El gobierno todavía no dio fecha para la inauguración del edificio. Abrirá con una exposición sobre la historia de esta cárcel, que el Concello de Lugo logró adquirir tras una larga batalla con el resto de ayuntamientos propietarios. El Concello apura estos días el remate de los trabajos y el equipamiento más básico, aunque quedarán algunos pendientes, como la colocación de una plataforma elevadora en el escenario.

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