La oficina de Abanca en Parga no cerrará, ni parcial ni totalmente. La entidad ha sido sensible a las demandas vecinales y comunicó a la alcaldesa de Guitiriz, Regina Polín, y al presidente de la comunidad de montes, Francisco Roca, que "todo ía quedar como estaba", tal y como confirmó este último.
"Explicáronme que aceptaban as peticións dos veciños de Parga", explica por su parte la regidora municipal, que recibió la llamada de Abanca en torno a las dos de la tarde y que acto seguido se encargó de informar a los cuatro grupos de la oposición —toda la corporación certificó en pleno su apoyo a las reivindicaciones vecinales— sobre esta decisión.
La localidad se manifestó en contra de la decisión con recogidas de firmas, cartas o en una asamblea y había convocada una protesta
Polín agradeció a Abanca su sensibilidad a la hora de escuchar las reivindicaciones de los vecinos y la mediación del presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campo, que aseguró que está muy pendiente de los diferentes conflictos existentes en Guitiriz.
"Estamos contentos non, o seguinte", dice Fernando Roca, que incide en la unión del pueblo a la hora de afrontar este problema y la gran movilización generada, con el respaldo de todos los sectores, un factor que cree que ha sido decisivo para que Abanca tomase esta decisión.
"Viñeron á reunión veciñal e viron que Parga estaba moi sensibilizada", recuerda Roca, que incide también en otras medidas puestas en marcha, como la recogida de firmas, las cartas personalizadas de los clientes a la entidad, en las que advertían que si se cerraba la oficina clausurarían sus cuentas, o la concentración convocada para el lunes.
Afonso Losada, una de las voces más reivindicativas y defensor, como muchos otros, del "todo o nada" —la entidad ofreció inicialmente abrir tres días la primera semana de mes, dos el resto y mantener el cajero— hace un balance positivo y destaca que esta situación ha puesto de manifiesto que "o servizo é indispensable para o pobo e estamos dispostos a loitar por el" y también que "se loitamos xuntos, podemos conservar os servizos e os nosos dereitos".
Losada cree probado "que a oficina é viable e se pechaba en función dun cálculo". Aun así, advierte que los vecinos seguirán alerta, "para que o peche se descarte definitivamente e non se reduza o servizo nin unha hora".
